Confianza digital: la importancia de fortalecer la ciberseguridad en el Perú
La transformación digital viene impulsando en la región y particularmente en el Perú, importantes cambios en el sistema financiero, con servicios y oportunidades que involucran a nuevos usuarios, quienes están formando parte de un ecosistema más inclusivo y con mayor dinamismo.
Ese mismo avance, está siendo aprovechado por atacantes cibernéticos, quienes vienen amenazando la seguridad de los usuarios, tanto a empresas como a instituciones, y por consiguiente, obligando a la continua gestión de detección y prevención de fraudes, así como de posibles riesgos de ciberseguridad en general.
Por ejemplo, el informe X-Force Threat Intelligence Index 2022 de IBM, destacó que, para las empresas de Latinoamérica, “una de las actividades en las que se deben enfocar las empresas, es en actualizar constantemente los parches de seguridad, pues en el 2021 alrededor del 18% de los ataques se dieron por vulnerabilidades dadas por falta de dichas actualizaciones”. Y el mismo informe señaló que, en América Latina, la industria manufacturera (22%) fue la más atacada en 2021, seguida del sector mayorista y minorista (20%) y del sector financiero y de seguros (15%).
Por otro lado, en el informe anual “Panorama de Amenazas en América Latina 2021” de Kaspersky, se halló que “los ciberataques en el Perú crecieron en 71% en los primeros 8 meses de 2021, a comparación de 2020, así como que el Perú tiene el tercer promedio más alto de ataques por minuto (96) en América Latina”. Y, según hizo público la Asociación de Bancos del Perú (ASBANC), se filtraron desde algunas instituciones del Estado peruano, diversos datos familiares, números de DNI, direcciones y huellas digitales, entre otros, que se ofrecían en venta, lo cual llevó a promover una investigación a profundidad que aún no ha dado resultados públicos. Debido a ello, es importante preguntarse si estamos en el camino correcto respecto a la ciberseguridad en el Perú.
Sabemos que la confianza es la clave sobre la que se debe seguir construyendo el desarrollo de la tecnología enfocada en productos financieros innovadores e interconectados: de nuevos modelos por venir, como el de la banca abierta, o los pagos en tiempo real, a través de cualquier dispositivo y con baja fricción, utilizando biometría o tokenización, entre otros.
En esa línea, sabemos que el Estado peruano ha trabajado iniciativas legislativas en materia de ciberseguridad, con el liderazgo de instituciones como la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS), para el caso del sector financiero. Por ejemplo, mediante la resolución SBS No. 504-2021, se publicó el Reglamento para la Gestión de la Seguridad de la Información y Ciberseguridad, estableciendo parámetros para la gestión efectiva del riesgo operacional respecto a empresas del sector financiero en el Perú.
Dentro del proceso de modernización del marco regulatorio, es oportuno citar la Ley de Gobierno Digital y el concepto de seguridad digital, así como la regulación en transformación digital, pasando por la adhesión al Convenio de Budapest en 2019, que brindó un marco de referencia internacional sobre ciberseguridad, la promulgación de la Ley de Ciberdefensa, y por último, la creación del Sistema Nacional de Transformación Digital.
Considerando dicho marco, y revisando las cifras de los estudios sobre ciberseguridad actuales en el Perú, existe aún la necesidad de mejorar el cumplimiento, y fortalecer las organizaciones y entidades gubernamentales y no gubernamentales, para la revisión de sus protocolos y sistemas con las soluciones adecuadas, en el sentido de poder dar avisos oportunos para la pronta acción y de establecer medidas preventivas para que no vuelvan a ocurrir incidentes.
Además, existen actualmente muchos esfuerzos desarrollados desde los bancos e instituciones financieras, que permiten vislumbrar a corto plazo un camino positivo sobre el cual transitar.
Finalmente, es vital continuar promoviendo de manera constante la educación de los ciudadanos en materia de ciberseguridad; y así estaremos enfocándonos en generar la confianza que permita una mayor inclusión y desarrollo del sistema financiero para el bien del país.