Digitalización en tiempos de COVID-19: La mejor opción para las PYMES peruanas
¿Cómo reactivarte durante la pandemia si eres un negocio emergente o en crecimiento? No es tan secreto: reorganizándote y digitalizándote.
Hoy en día, vemos que la realidad a la que estábamos acostumbrados ha dado un giro de 180°; la forma en la que estudiamos, trabajamos, y nos relacionamos ha cambiado. Pero, probablemente, una de las alteraciones más grandes que hemos visto es en la forma en que se hacen negocios.
El distanciamiento social y la coyuntura actual fuerzan a los comercios a recurrir a medios nuevos y maneras creativas para continuar operando. La visión sobre el futuro del comercio en el Perú, y en el mundo en un “nuevo normal” que llegó para quedarse, ha empujado a cientos de pequeños y medianos negocios a contemplar la digitalización de sus servicios como una forma de sobrevivir económicamente a la pandemia; más aún, como una necesidad.
A finales del 2019, un estudio que analizaba las mejores prácticas de banca digital en América Latina, desarrollado por America’s Market Intelligence, anunciaba que el comercio electrónico en la región tendría un gran crecimiento en el 2020, a una velocidad doble o mayor que el comercio físico o con dinero en efectivo. Para el caso de Perú, no obstante, se observaba que el punto de partida se encuentra un tanto rezagado. El estudio “Análisis sobre el comercio digital en Latinoamérica y el Caribe” de Mastercard, muestra que Perú presenta uno de los índices más bajos de compras online, con la mayoría de los peruanos comprando digitalmente una sola vez al mes.
No obstante, hoy eso ha cambiado. La magnitud de la crisis mundial de salud pública que el COVID-19 trajo consigo forzó a muchos gobiernos a entrar en estrictas cuarentenas y aplicar medidas restrictivas del libre movimiento y reunión. Esto significó el cierre de centros comerciales, malls y tiendas, dado que estos lugares eran propensos a albergar grandes aglomeraciones de personas y con ello proliferar el contagio.
Así, si bien los grandes comercios se adaptaron rápidamente, al ya estar, de alguna forma u otra, iniciados en el mundo de lo digital, fueron las PYMES las que tuvieron un mayor reto (u oportunidad) para incursionar en el e-commerce. Entendiendo que las compras virtuales eran la mejor opción para los consumidores para seguir adquiriendo productos y servicios sin exponerse a salir y respetando las medidas implementadas; los pequeños y medianos negocios peruanos tuvieron que emprender, veloz e ingeniosamente, sus procesos de transformación digital para continuar en el mercado.
El primer paso sería desarrollar sus tiendas virtuales. Con herramientas y plataformas digitales como las que existen hoy en día, esta tarea es hoy relativamente simple, y, aun así, la primordial. Aquellos negocios que en esta época no tenían una web propia donde sus clientes puedan adquirir sus productos, se encontraban en desventaja. De hecho, hoy en día las plataformas de entregas a domicilio a través de aplicaciones, se han convertido en un canal para que los pequeños comercios puedan ofrecer sus productos, apoyándose en una infraestructura tecnológica y logística, que facilita la comercialización, entrega y hasta el pago por parte del consumidor.
Pero el desafío no termina ahí: todo negocio, pequeño y mediano, que decida empezar a vender a través de canales virtuales debe de ser capaz de ofrecer también soluciones con adecuados estándares de ciberseguridad en sus servicios y procesos de compra, para proteger entre otros, los datos de sus clientes. Por ello, se recomienda el uso de diversas tecnologías de verificación y asistentes inteligentes que puedan ayudar a brindar una capa extra de seguridad digital al proceso de compra del usuario. Finalmente, es importante ofrecer métodos de pago digitales y sin contacto como opción. Esos servicios también están siendo ofrecidos por el mundo por compañías que prestan servicios de pago como adquirentes o agregadores de comercio, como parte de los valores agregados.
La experiencia de pago también es un componente fundamental. El canal web sigue siendo muy relevante, en cual resulta clavecontar con opciones seguras y rápidas que ofrezcan inmediatez, sin derivaciones innecesarias a terceras páginas y con la seguridad de que no habrá riesgo de fraude. En el caso de pago presencial, ya sea por recojo en tienda o a la hora de la entrega, se recomienda tener habilitadas diversas opciones de pagos sin contacto como las tecnologías “tap on phone” o el uso de billeteras digitales; evitando el contacto directo entre personas y asegurando, una vez más, la agilidad y seguridad del proceso final de compra.
Sin duda, aprovechar el cambio y avanzar hacia lo digital es una forma de adaptarse al escenario comercial que se verá en el futuro. Según una proyección de PageGroup, el desarrollo de plataformas digitales con el fin de tomar parte del mercado del e-commerce fue el mayor “hit” dentro de las herramientas tecnológicas utilizadas por comercios para sobrellevar la crisis. Incluso, la misma proyección avecina un entorno post pandemia en el que, entre el 60% y 70% de comercios de todo tipo, mantendrán el canal digital como una opción permanente de consumo. ¡El “nuevo normal” también traerá cosas positivas!
La compra de productos de necesidad básica, electrodomésticos, servicios de entretenimiento, artículos para el hogar, y demás, ahora será prioritariamente virtual y, por ello, se torna de vital importancia que las PYMES peruanas sepan adaptarse a esa nueva normalidad y aceptar el comercio digital como la metodología de compra por excelencia del futuro cercano al cual nos enfrentamos.
El comercio digital es la opción más segura para realizar pagos o adquirir bienes sin tener que salir de casa, o reduciendo la fricción y el riesgo cuando estemos por fuera. Es pues una necesidad y, al mismo tiempo, una gran oportunidad para todo pequeño y mediano comercio, la de revalorizar su oferta de productos y servicios en un nuevo canal o con soluciones de pago de mejor fricción, obteniendo mayor visibilidad para su negocio e incursionando en la nueva revolución tecnológica-comercial que se vive en el mundo y, cómo todo indica, que está creciendo con fuerza en el Perú y la región.