El paladar mira el color de la cuchara
En el ámbito de la investigación académica la focalización sobre el conocimiento es una práctica ordinaria, que permite mayores niveles de profundización en los diversos aspectos de la realidad. Aunque no lo crea hay una publicación especializada titulada ‘Flavor’ (sabor), la cual recoge estudios científicos que versan sobre esta cualidad, la percepción del mismo, su influencia en el comportamiento entre otros. Un reciente estudio publicado en Flavor pone en evidencia que los utensilios de comida tienen un efecto sobre la percepción del saber de aquello que consumimos.
Los autores V. Harrar, del departamento de psicología de la Universidad de Oxford, y C. Spence oportunamente titulan su investigación como “El sabor de los cubiertos”, en la cual evidencia cómo el sabor de los alimentos, así como la cantidad que consume, se ve afectado por el peso, tamaño, forma y el color de los cubiertos utilizados para comer.
Los experimentos del estudio se diseñaron para investigar si la comida sabe diferente cuando se alteran las propiedades visuales y táctiles de cubiertos de plástico (cucharas, tenedores y cuchillos). Los investigadores variaron independientemente el peso, tamaño, color, y la forma de estos cubiertos, evaluando el impacto de cambiar las propiedades sensoriales que éstos originaban en las las personas, en cuanto a percepciones como dulzura, sabor, valor percibido, y el aspecto y gusto general hacia la comida testeada.
En el estudio se hallaron resultados como el siguiente: cuando un individuo come con una cuchara de plástico un yogurt de textura ligera, tiende a percibir un sabor más completo, robusto, y de una textura más densa, en comparación de cuando come el mismo yogurt con una cuchara de metal.
En materia de contraste de color, los investigadores también observaron resultados. Por ejemplo, cuando es menor el contraste entre el cubierto y la comida, se percibe un mayor sabor a dulzura en ésta última (en una situación controlada donde los alimentos comparados objetivamente tienen en mismo grado de dulzura). De esta forma, un yogur blanco comido desde una cuchara blanca, tiende a originar una percepción de sabor más dulce que un yogur de color rosa también comido desde una cuchara blanca.
Se investigó también la influencia de la forma de los cubiertos sobre la percepción de sabor. Los resultados mostraron que la comida fue clasificada como más salada cuando era mostrada al lado de un cuchillo en lugar de una cuchara o un tenedor.
Los autores afirman que la forma en que experimentamos la comida es una experiencia multisensorial, en la cual participan el gusto, el tacto de la comida en la boca, su aroma, y lo que que perciben los ojos. Ambos añaden que incluso antes de poner la comida en la boca nuestros cerebros se adelantan y pronostican un juicio-de-sabor al respecto, que posteriormente afecta la experiencia general del consumidor.
De este modo, sutilmente cambiar los cubiertos y otros implementos alimenticios puede afectar la manera placentera, o de satisfacción, con que se perciben los alimentos.
A efectos prácticos, a la hora de servir un plato hay que tener en cuenta que el color de la comida se percibe de diversas formas dependiendo del fondo de mismo, así como de los cubiertos que lo acompañan, y como consecuencia tiene un sabor diferente.
Este efecto perceptual no sólo se puede utilizar en el plano comercial del comportamiento del consumidor, sino también para ayudar a controlar los patrones de alimentación de las personas, tales como tamaño de la porción y la cantidad de sal se añade a los alimentos. Alternativamente, los consumidores pueden ser capaces de tomar mejores decisiones alimenticias si las vinculaciones con el color son positivamente afectados por la publicidad y packaging de los productos.