¿Se independizará Puno?
Al estilo de Escocia o Cataluña, el candidato a Presidente Regional de la Región Puno, que lidera las encuestas de opinión, ofrece a la población cambios tan dramáticos, que sólo serían posibles si hay un cambio en el sistema político, tributario y jurídico del país, y siendo el Perú un país unitario sólo será posible si Puno se independiza o se establece un sistema de autogobierno al estilo de La Generalitat de Cataluña.
Las críticas a las preferencias electorales de las diferentes ciudades del país, obviamente son posibles gracias a la libertad de expresión y opinión, sin embargo dichas críticas son generalmente basadas en un completo desconocimiento de la realidad sobre la que se opina.
Así, como muchas de las críticas en redes sociales a las propuestas de Madeleine Osterling vienen de personas que no viven en San Isidro, en el caso de Puno es peor, porque los que critican las preferencias electorales de esa región lo más cerca que han estado de Puno, es haber pasado por el Jirón Puno cuando el tour del MiraBus pasa por el cercado de Lima.
El poblador puneño que convive con un 60 % de pobreza, 12 % de extrema pobreza, sin servicios básicos de agua, luz y desagüe, y que al enfermarse sus hijos debe caminar 4 horas para llegar a un puesto de salud donde sólo hay medicinas básicas. Difícilmente podrá compartir los gustos electorales de alguien cuya mayor preocupación sería caminar dos cuadras para tomar el corredor azul.
Las elecciones electorales tienen diversos componentes (dimensiones) y tal como Carlos Meléndez nos ilustraba hace un par de días en su columna de Peru21, en zonas como las de Puno, la dimensión simbólica en este caso “dignidad regional” parece ser la que prima.
La preferencia por el contador aymara con maestría en finanzas, se basa en un regionalismo muy arraigado producto de años en los que la mano del Gobierno Central y el bienestar económico no ha alcanzado a gran parte de Puno.
Es por ello que Aduviri ofrece, que por primera vez alguien que nació en la zona más pobre de Puno, que ha luchado y logrado doblegar a la justicia (al librarse de las acusaciones de haber liderado el fatídico Aymarazo) y al Gobierno Central (al Presidente García y la Ministra Rosario Fernández que derogaron la autorización para la explotación de la Minera Santa Ana) puede lograr cambios que impacten en su día a día.
Decir que, elegiremos a nuestros jueces y fiscales de nuestra propia gente para hacer justicia directa …, protegeremos a los microempresarios puneños de la SUNAT…, cerraremos el penal de Yanamayo porque ahí sólo hay criminales limeños o la única inversión que apoyaremos será la puneña, son parte de las propuesta de Aduviri. Estos cambios son tan difíciles de implantar que la forma más segura que trate de lograrlo es a través de marchas y movimientos masivos que seguramente generarán violencia y agitación.
Lamentablemente, este escenario parece no asustar al poblador puneño, en esta zona del país se recuerda bastante el “exitoso” caso boliviano donde el otrora sindicalista cocalero Evo Morales luego de liderar marchas violentas contra las inversiones foráneas, alcanzó llegar al gobierno y logró las tasas de crecimiento del PIB más altas de los últimos 40 años de la historia boliviana, coronando esto con el 6.78 % de crecimiento de PIB alcanzando el 2013.
Si Bolivia lo hizo, Puno también puede hacerlo, es la afirmación esperanzadora de los partidarios ilustrados de Walter Aduviri. La gran diferencia es que Bolivia es un país de más de 1 millón de kilómetros cuadrados y basa su crecimiento en tener y explotar la segunda mayor reserva de Sudamérica de Gas Natural y está entre los 10 productores mas importantes del mundo en Estaño y Plata, además de ser un productor importante de Soya.
Veremos que pasa.