¿Hagamos un trato?
Entre las últimas normas dadas en el gobierno del presidente García, estaba una que reglamentaba estableciendo lineamientos técnicos y expeditivos para que los gobiernos locales puedes elaborar los planes de acondicionamiento territorial y desarrollo metropolitano.
Cada gobierno local ha avanzado o ha intentado hacerlo, con mayor o menor oposición, uno de los casos es el de Arequipa donde se contrató a la consultora peruano-española GR Arquitectos para elaborarlo, sin embargo a la fecha por diversos factores y oposiciones (válidas y no válidas) no ha podido ser desplegado.
El crecimiento de las ciudades en la mayor parte del país ha superado las áreas destinadas para el desarrollo urbano y han tomado posesión (formal o informal) de terrenos rurales o agrícolas destinados por mucho tiempo a la agricultura o ganadería, lamentablemente la convivencia de ambas actividades es poco factible.
Este es uno de los sectores donde la capacidad autoreguladora del libre mercado, la llamada mano invisible, ha llevado al caos urbano que se observa en la mayoría de nuestras ciudades que han crecido sin ninguna planificación.
El libre mercado optará por el camino más rentable, normalmente los ingresos de la explotación de un desarrollo agrícola (formados en nuestro país principalmente por minifundios) son menores a los ingresos de un proyecto inmobiliario.
En ciudades donde uno de los atractivos diferenciadores de la ciudad es la extensa campiña, es razonable la protección de estas zonas, sin embargo por otro lado tenemos los requerimientos de vivienda producto del crecimiento poblacional.
La pregunta que surge es, ¿Si estamos creciendo donde nos acomodamos?, algunas semanas atrás CAPECO presentó su III Estudio de Edificaciones en Arequipa, en dicho evento un representante del Colegio de Arquitectos, institución que tiene objeciones al Plan de Desarrollo Metropolitano de la ciudad, aún pendiente de aplicación, mencionó diversos zonas de la ciudad donde se puede desarrollar proyectos de vivienda que cubrirían por varios años el incremento poblacional de la urbe, sin embargo aparentemente estas zonas ofertadas no están alineadas con las zonas demandadas.
Por otro lado tenemos muchas invasiones que no están alineadas a ningún plan de desarrollo, que gozan de ventajas claras sobre el desarrollo inmobiliario formal, a los poseedores informales no se les pide anteproyecto, habilitación, factibilidad de servicios, estudio de impacto ambiental, estudio de impacto vial, permiso de las autoridades de agua, estudio de márgenes pluviales, pagos de alcabala, predial y demás requisitos que si debe asumir el formal.
Como vemos son varios los stakeholders implicados desde los más políticos a los más técnicos, desde los más conservadores a los más liberales. ¿Cómo los alineamos?
Una forma de llegar a tener un modelo de ciudad, es comenzar a tener un modelo de persona, las ciudades que han logrado mejoras dramáticas es su convivencia urbana han comenzado creyendo que se puede, un ejemplo es la campaña “Apúntate a la campaña de convivencia” liderada por grupo Cadena Capriles y el circuito Unión Radio.
El objetivo era que las dos partes “hicieran un trato” y lograrán acuerdos beneficiosos
Yo aspiraría a un esfuerzo similar en nuestras ciudades: Hagamos un trato, yo desarrollo más áreas verdes y tú me permites construir alrededor de ellas; yo cumplo la reglamentación y tú me apoyas formulando reglas claras y fáciles de cumplir. La clave es comenzar por uno mismo, cumplir primero nuestra parte.
¿Hagamos un trato?
@favillanueva