Aeropuerto de Chinchero = Descentralización

Casi 40 años después, el pasado 25 de abril, Pro Inversión anunció que el Consorcio Kuntur Wasi, integrado por la argentina Corporación América y el peruano Andino Investment Holding ganó la concesión del Aeropuerto de Chinchero en Cusco. Este larguísimo anhelo de la población cusqueña comienza a tomar forma y constituirá uno de los primeros casos de descentralización y reducción de la limeño dependencia.

Por años cuando se le preguntaba a un cusqueño sobre el proyecto del Aeropuerto Internacional, se obtenía una respuesta en la que insinuaba que intereses limeños bloqueaban su construcción y esta oposición se daba porque, desde la óptica cusqueña, cuando se construya el terminal aéreo en Chincheros, los turistas vendrán en vuelos internacionales directamente al Cusco y no pasarán por Lima.

Si revisamos en la historia, encontraremos que desde 1974 había interés y estudios económicos acerca del proyecto y desde la década de los 80, cada candidato presidencial que pasó por el Cusco ofreció realizar el ansiado aeropuerto.

De hecho no es la primera vez que se intenta concesionar la construcción y operación del Aeropuerto, en ocasiones anteriores se ha llegado a adjudicar el proyecto, como en marzo del año 2002 cuando la empresa Currie & Brown Mason ganó la licitación convocada por la Comisión de Promoción de la Inversión Privada (COPRI) quedando posteriormente truncado.

Entre las razones para oponerse al proyecto encontramos las técnicas, relacionados a temas orográficos de la zona, altura superior al aeropuerto actual, que afectarían a los vuelos internacionales que requieren condiciones más óptimas para su operación; razones de protección del patrimonio, al indicar que el aumento de la afluencia de turistas pondrá en peligro ciertos restos históricos; y razones político/económicos de políticos o pobladores de la zona que aprovechan la oportunidades para obtener beneficios electorales o pedir retribuciones económicos sobredimensionadas por su reubicación a otra zona.

El paso que ha dado Pro inversión tiene un gran impacto en la descentralización del país. Esa institución está por cierto demostrando una dinámica relevante en los últimos meses. Recordemos las adjudicaciones de la Línea 2 del Metro de Lima, del Terminal Portuario General San Martín de Pisco y la ratificada próxima adjudicación del Gaseoducto Sur Peruano.

Conversaba días pasados con un amigo cusqueño, catedrático de la Universidad Andina de Cusco y concordábamos en que este evento tendrá un efecto relevante en la relación de dependencia de Cusco con Lima, en un país donde el centralismo se auto refuerza por la diferencia del tamaño de mercado de la capital comparado con el resto de ciudades, el arribo del turismo en forma directa generará nuevas oportunidades de negocio en diversos rubros para la capital arqueológica de América.

Según Kuntur Wasi, el aeropuerto estará operativo el 2018, por tanto queda tiempo para prepararse. El distrito de Chinchero, la ruta hacia Urubamba y todos los pueblos intermedios entre Cusco y el nuevo Aeropuerto serán afectados o beneficiados, según como queramos ver el desarrollo. También queda tiempo para que Lima genere atractivos para que los turistas quieran dedicarle unos días visitándola.

En fin, nuevas interacciones y nuevas oportunidades