Convento Social
Los diversos inmuebles que el clero posee en el país tienen en su mayoría una característica importante para el sector comercial o inmobiliario, excelente ubicación.
Es así que algunos de los hoteles más importantes de la ciudad del Cusco, por tomar una ciudad de ejemplo, fueron en el pasado conventos o instalaciones religiosas. Mucho se ha escrito y hablado sobre el extremadamente valioso patrimonio en inmuebles que tiene el clero, sin embargo este valor es referencial hasta que realmente alguien lo pague. Al parecer es el momento.
Por mis labores profesionales tuve la oportunidad de evaluar proyectos sobre inmuebles que otrora fueron o son actualmente instalaciones religiosas y una característica común es que son joyas arquitectónicas, con acabados de primer nivel y cuidado hasta en los mínimos detalles, de allí que con justicia muchos de estos inmuebles son patrimonios culturales del Perú y de la Humanidad.
Otra característica bastante común es que su utilización actual es mínima, conventos desarrollados para 200 miembros del clero, tienen hoy tan sólo entre 6 a 20 sacerdotes.
Como es lógico, los miembros del clero han evaluado sus instalaciones y la adecuada utilización de ellas, tal es así que actualmente se desarrollan procesos que buscan transferir bajo el modelo de usufructo ciertos inmuebles de la iglesia al sector privado llámese hoteles, instituciones educativas, culturales o comerciales.
Personalmente aprecio mucho como los grupos hoteleros han logrado combinar las otrora instalaciones religiosas con salones, comedores y habitaciones de hotel, de manera que los turistas viven experiencias inolvidables que hacen su visita al Perú mucho más placentera.
Las casas de cultura, tan comunes en otros países, que reúnen en una sola instalación, expresiones artísticas, sociales y culturales tales como cines, teatros, exposiciones, conciertos, desfiles, restaurantes típicos; son también una buena opción para los otrora conventos religiosos; en este caso la capacidad de monetizar la “industria de la cultura” es la clave para sostener estos recintos.
Esta “industria de la cultura” que se está desarrollando cada vez más en el país, básicamente consiste en una fusión de cultura y entrenamiento que resulte lo suficientemente interesante para atraer masa crítica suficiente que brinde sostenimiento económico, viabilidad, y además pueda encontrar entre estos conventos (muchos en ciudades fuera de Lima) un entorno natural de desarrollo. Como alguna vez lo converse con Fernando Zevallos y Estela Paredes, serían unos Centros Comerciales Culturales donde el ancla no es una tienda por departamentos o un supermercado sino por ejemplo el Show de La Tarumba.