EXCLUSIVO: La lucha de poderes políticos detrás del Mundial Sub 17
Detrás de la decisión de la FIFA de retirarle la sede del Mundial Sub 17 al Perú existieron otros intereses fuera del marco deportivo y más cercanos al entorno político. Intereses creados en el interior de Palacio de Gobierno y luchas de poder entre el MTC y Minedu durante la gestión del ex presidente Pedro Castillo por el control del presupuesto de este mega evento deportivo internacional. Cinco estadios serían remodelados, especialmente dos del norte del país, que son los que menor presupuesto tienen, por pertenecer a regiones que no tienen ingresos del canon minero: el estadio Elías Aguirre de Chiclayo y el Miguel Grau de Piura, a los que se sumaría el Jorge Basadre de Tacna, el Estadio Nacional y el estadio Miguel Grau del Callao.
De cara al Mundial Sub 17, el presupuesto de ejecución sería gestionado por dos frentes separados, al gobierno se le encomendó financiar la remodelación de los recintos (para los que se asignaron finalmente 328 millones de soles) y la Federación Peruana de Fútbol y la FIFA se encargarían de toda la parte organizativa (viajes, hoteles, canchas de entrenamiento, alimentación, movilidad y otros), cerca de 8 millones de dólares.
Para gestionar este proyecto se creó un Grupo Multisectorial de Trabajo compuesto por representantes del Ministerio de Educación, Ministerio de Economía y Finanzas, Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, Ministerio del Interior Ministerio de Defensa, Ministerio de Relaciones Exteriores, Ministerio de Transportes y Comunicaciones, Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, Instituto Peruano del Deporte y un representante de la Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo. La Federación Peruana de Fútbol fue invitado a estas reuniones para sustentar y recomendar temas técnicos y operativos que exigía según sus estándares, la FIFA, para el desarrollo del Mundial Sub 17.
LA INEFICIENCIA DEL PROYECTO LEGADO
El responsable de parte de la FPF fue el Director de Desarrollo, Guillermo Echevarría, que dio su versión de lo ocurrido: “Los motivos que no se haya llevado a cabo el Mundial fueron tres: la infraestructura que no se cumplió con los tiempos, luego el hecho que progresivamente el proyecto Legado fue diciendo no podía cumplir con lo prometido y finalmente adujeron que necesitaban que la FPF y la FIFA asuman esas responsabilidades, pero también exigieron la inversión”.
Como organismo, el Proyecto Legado tiene la experiencia de haber gestionado los Juegos Panamericanos Lima 2019 con la asesoría millonaria al Gobierno Británico, sin embargo, el día de hoy ha perdido esas credenciales, debido a los constantes cambios en el liderazgo de la organización, afectando su capacidad gestión, se dice, por intereses políticos. Inexplicablemente sólo desde que se inició el proyecto del Mundial Sub 17 han pasado cinco directores ejecutivos en menos de un año, lo que no permitió que este proyecto haya sido manejado con eficiencia y que los procesos de licitación se hayan podido llevar en los tiempos exigidos.
Las obras debieron ser licitadas y otorgadas a más tardar en diciembre de 2022 para poder entregarse en setiembre y octubre de este año, pero esto no sucedió por la intromisión política y el interés del Poder Ejecutivo en la época de Castillo en manejar los hilos de este proceso. Procesos que Proyecto Legado no culminó ni una sola vez en términos de licitación a pesar de tener listos todos los IOARR (Identificación de Inversiones de Optimización, de Ampliación Marginal, de Rehabilitación y de Reposición). Las obras debieron empezar antes de que se inicie el ciclón Yaku, motivo por el cuál para la interna de la FPF, el desastre natural ha sido una excusa perfecta de Legado para ocultar su ineficiencia en la gestión de las obras del Mundial Sub 17.
¿POR QUÉ EL IPD PERDIÓ LA GESTIÓN DE LAS OBRAS DEL MUNDIAL SUB 17?
La pregunta clave es: ¿por qué se transfirió la responsabilidad de la ejecución del proyecto del IPD a Legado? Cuando el IPD ya tenía avanzada la documentación requerida: los expedientes y los términos de referencia. Desde un inicio, se había coordinado que sea el IPD (al ser el dueño de los estadios y tiene competencia directamente para ejecutar) sea el el que desarrolle de las obras de remodelación de los cinco recintos que serían sede, los expedientes y términos de referencia (que pueden durar hasta ocho meses en aprobarse) ya estaban listos para entrar en licitación y así llegar a tiempo con las obras. Pero en julio del año pasado (incluso se venía cocinando en Palacio semanas antes), de un momento a otro y por indicación desde el interior de Palacio decidieron darle esa responsabilidad al Proyecto Legado, que para poder desarrollar el proyecto necesitó de una delegación de facultades y necesitó de una normativa especial para ser ejecutora a favor del IPD, lo cuál era evidentemente contradictorio y no sumaba para agilizar los trabajos y llegar con los tiempos, pues finalmente debían ejecutar obras que el IPD había formulado. ¿Por qué? Según afirman el MTC buscaba controlar este proyecto, que estaba en manos del IPD (que depende del Minedu). La consecuencia: todo el proceso de licitación volvió a foja cero, perdiendo tiempo valioso.
No sólo eso, sino que sin ser competentes para tomar decisiones estratégicas como en la iluminación de los estadios, Legado había decidido unilateralmente cambiar de 700 luxes verticales los 1300 luxes propuestos en el expediente formulado por el IPD y aceptado por el Grupo Multiosectorial de Trabajo. Es decir, las luces de los estadios a remodelar serían inservibles post Mundial para competencias como la Liga 1 o la Copa Libertadores.
Esta es el acta de la reunión que sostuvo el Grupo de Trabajo Multisectorial el 5 de mayo en el Salón de las Américas, donde se le entregaba al IPD la responsabilidad de ejecutar las obras de los estadios que le pertenecen:
EL ROL DEL ASESOR
El ex jefe del gabinete técnico del ex presidente Pedro Castillo, Luis Mendieta, tenía especial interés en supervisar este proyecto y ayer en la noche respondió sobre este tema en el programa VIII Mandamiento que conduce Jaime Chincha en Canal N: “Yo no fui el que ordené que Legado sea el que maneje las obras. Simplemente en el IPD y la comisión técnica se dijo cuál era el equipo adecuado para eso. Incluso tuve llamadas de algunos congresistas que abogaban que no se retire al estadio Elías Aguirre de Chiclayo como sede, a pesar de cómo se había aumentado el presupuesto para ese recinto, rompiendo toda la presentación inicial”.
Sin embargo, el acta de la reunión realizada en de manera virtual el 15 de julio indica lo contrario. Aquí el documento en el que se indica que a partir de esa fecha será el Proyecto Especial Legado el que manejara las obras del Mundial Sub 17 por una decisión adoptada por el Poder Ejecutivo:
Luis Mendieta, además, indicó, además, la razón la cual decidieron recortar el presupuesto: “La Federación Peruana de Fútbol nos pide inicialmente 320 millones de soles para los cinco estadios y luego lo subieron de la nada a 620 millones. Mi participación fue que me demuestren que eso era necesario desde la parte técnica. Tuve que ser muy duro para evitar lo antitécnico y los posibles visos de corrupción que había en un presupuesto tan inflado”.
Guillermo Echevarría responde ante lo dicho por Mendieta: “A nosotros como FPF nos causa muchísima sorpresa y rechazamos tajantemente esas afirmaciones. El gobierno cumplió el rol de designar al Grupo de Trabajo Multisectorial. Ellos decidieron las ciudades y estadios propuestos y las sedes de entrenamiento para el Mundial a la FIFA. Eso está totalmente sustentado en actas y en documentos oficiales que como federación tenemos”.
Asimismo, Echevarría aclara que fue el IPD quien se encargó de valorizar las obras y no la FPF. “El IPD como organización formuladora era la encargada de hacer los diagnósticos de cada uno de los estadios para determinar las necesidades que se tenían que implementar para cumplir con los estándares FIFA. De acuerdo a estos diagnósticos es que sacaron la valoración de lo que tenía que invertir el estado en las remodelaciones. La FPF ni la FIFA condicionó a la elección de una sede o un estadio determinado como se ha querido decir. Debíamos cumplir con albergar a 24 equipos en seis grupos. El modelo de torneo podía funcionar de distintas maneras. Lo que nosotros hacíamos era alertar lo mejor para la competencia desde la parte operativa. Nosotros tenemos documentos donde se indica que por reuniones que se tuvieron con el jefe de gabinete (Luis Mendieta) se tomó la decisión de que sea Legado el que esté a cargo de las obras con el final que todos ya conocemos”.
LOS CONTINUOS CAMBIOS EN EL LIDERAZGO DE LEGADO
Luis Mendieta negó además haber recomendado a Federico Tong como director ejecutivo de Legado, que en setiembre dejó el cargo por una supuesta disputa de poderes que se habría producido entre el Poder Ejecutivo y el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, por el control de este proyecto. El 9 de setiembre del 2022 llegó al Proyecto Legado, Carlos Salazar García, que sólo duró un mes al mando de este organismo que depende del MTC. En su reemplazo fue puesto Próspero Díaz Arrué, que tampoco duró mucho en el cargo, sólo dos meses y dejó la posición a finales de noviembre del 2022. Su reemplazante duraría menos aún. Jhon Malca Saavedra estuvo menos de mes, desde el 1 de diciembre, en el cargo de Director Ejecutivo y el 30 de diciembre llegaría Alvaro Castro Guzmán, que se mantiene hasta hoy en el puesto. Cinco directores ejecutivos a cargo del proyecto. Así era imposible avanzar.
Castro llegó con la supuesta intención de sacar adelante el proyecto a cómo de lugar. Hizo un tour por las sedes a remodelar, se tomó fotos con la prensa, pateó plays de honor y se reunió con los gobernadores regionales pero su nivel de ejecución fue nulo. Es más, en el mes de febrero, cuando se sabía que era muy difícil llegar a tiempo con las obras le pidió al Grupo Multisectorial de Trabajo que tome la decisión de declinar la organización del Mundial Sub 17, a pesar de que ésta era su decisión y no del GMT. Esto sucedió antes de que se inicie el ciclón Yaku. Las obras no empezaron por la ineficiencia de Legado y este no es un tema menor sobre el que deben responder. Tratamos de entrevistar a Álvaro Castro vía Linkedin pero nos indicó que él no daría declaraciones, sino que cualquier comunicación oficial se haría a través del departamento de prensa del Minedu.
LA ÚLTIMA OPCIÓN Y EL RETIRO DE LA SEDE POR PARTE DE LA FIFA
De veintiséis sedes de entrenamiento bajo responsabilidad de Legado se redujeron a catorce, luego a ocho, después a seis y por último Legado indicó que no manejaría ninguna cancha de entrenamiento. Al final, la última propuesta que manejó la FPF en coordinación con el gobierno, luego de que empiece el desastre natural de ciclón Yaku a inicios de marzo, fue que el Mundial Sub 17 sólo se lleve a cabo en Lima y Callao, pero con la propuesta de que sea la FPF y la FIFA quienes se encarguen de convertir en los campos híbridos del estadio Nacional y el Miguel Grau del Callao. Pero la respuesta de la FIFA fue contundente ante este pedido: no invertirían un dólar más de lo que le correspondía en la organización del evento y el Bureau del Consejo de la FIFA decidió retirar al Perú los derechos de organización, indicando lo siguiente en su comunicado:
“La decisión se adopta tras quedar patente la incapacidad del país para cumplir con sus compromisos y terminar las infraestructuras necesarias para disputar el torneo. A pesar de la buena colaboración entre la FIFA y la FPF, se ha decidido que no se dispone de suficiente tiempo para asegurar la inversión y concluir el trabajo con el gobierno peruano antes del inicio de la competición”.
Ha quedado claro que el cambio del IPD a Legado en el manejo del proyecto anuló el inicio de los trabajos de remodelación de los estadios. El interés político de controlar estas obras fue determinante para que se hayan generado las demoras que al final determinaron que la FIFA nos retire la sede del Mundial Sub 17. El año pasado, cuando se supo de la pésima gestión a cargo del Proyecto Legado de cara al Mundial Sub 17, la Federación Peruana de Fútbol estuvo a tiempo de declinar e informar a la FIFA de cómo las disputas políticas del Perú estaban afectando el desarrollo de las obras y no esperar que el máximo organismo del fútbol mundial termine mostrando al país como incompetentes ante los ojos del mundo deportivo. Lamentablemente la ambición de protagonismo público de algunos e interés económico de otros, pesó más en esta historia. El gran perdedor, el fútbol peruano, que continuará con estadios olvidados como el caso de Chiclayo y otros, lejos de cualquier estándar internacional.