¿Qué conexión tiene el dopaje positivo del nadador Mauricio Fiol y la fiebre de los realities de competencia en el Perú?
“Hoy 16 de julio de 2015 a las 13:25 hemos recibido una notificación de la Agencia Antidopaje de la Organización Deportiva Panamericana donde se nos informa que la muestra A tomada el día 12 de julio de los presentes al deportista Mauricio Fiol Villanueva ha dado positivo en la sustancia Stanozolol. De acuerdo al protocolo de la Agencia Mundial Antidopaje el deportista tiene la opción de pedir la apertura de la muestra B y/o presentar una apelación al respecto. Paralelamente, el protocolo establece que se le suspende inmediatamente a la espera de la resolución final, retirándosele la medalla obtenida e impidiéndosele seguir participando en los Juegos Panamericanos. Se ha sostenido una reunión con el deportista y su entrenadora y él niega haber ingerido esta sustancia. Estamos a la espera de que el deportista defina la acción a tomar a partir de ahora, para lo cual el Comité Olímpico Peruano le brindará todo el apoyo y asesoramiento necesario”.
Estas fueron exactamente las 157 palabras más difíciles que el nadador peruano Mauricio Fiol, seguramente leyó en sus cortos 21 años. Corresponden al Comunicado Oficial del Comité Olímpico Peruano para hacer público la triste noticia de su dopaje positivo y la pérdida de la medalla de plata que ganó para el Perú en los 200 metros estilo mariposa en los Juegos Panamericanos Toronto 2015. Luego le indicaron que debía abandonar la Villa Olímpica en 48 horas para esperar el resultado de la muestra B. En cuestión de segundos, uno de los deportistas de mayor proyección en el Perú, vio cómo su carrera deportiva quedaba manchada ante los ojos del mundo, siendo el primer deportista en dar positivo en el certamen Panamericano. En ese instante, los sueños de disputar nuevamente unos Juegos Olímpicos, esta vez en Río 2016, pues anteriormente disputó los Juegos de Londres 2012, se esfumaron y ahora se dará inicio a un nuevo tsunami mediático con amplificación en Social Media, que intenta señalarlo como único responsable de esta catástrofe. Sí, catástrofe, porque de confirmarse positivo la muestra B (cosa que casi siempre sucede), será suspendido entre 2 a 4 años de toda actividad. Nadie duda que Fiol tendrá la fortaleza de recuperarse y quizá volver a las competencias internacionales, lo que queda claro es que necesitará hoy más que nunca el apoyo de sus seres queridos y de un psicólogo con experiencia en la materia.
De esta manera Mauricio Fiol esbozaba disculpas públicas en la conferencia de prensa transmitida por Latina, canal con los derechos de TV de los JJPP de Toronto 2015. Tristísima para todos los que amamos el deporte. En la conferencia asumía con profundo sentimiento de culpa su responsabilidad, que contradecía con su declaración previa, en la que negaba haber consumido Estanozolol, conocido en España como Winstrol, a quien sus consumidores le dicen con familiaridad “Winny”.
Algo muy “personal”
Esta es mi hipótesis de lo que ha pasado en este caso y me he respaldado en profesionales en la materia para darle más forma a mi planteamiento. Mientras en Toronto, Canadá, un triste Mauricio Fiol, pedía disculpas entre lágrimas, en algún lugar de Lima, un personal trainer, sin estudios de medicina deportiva, pero con contactos en la venta ilegal de esteroides anabólicos y con un trabajo estable en un gimnasio conocido, veía con espanto la noticia en la pantalla de uno de los televisores colocados sobre las trotadoras. ¿Por qué con espanto? Porque presumo que un personal trainer, de esos poco calificados que abundan en Lima, le recomendó a Fiol el uso de esta sustancia para afinar aún más su figura y potenciar su masa muscular en el menor tiempo posible. Asimismo, todo indica que no supieron calcular el tiempo exacto que la sustancia tardaría en desaparecer de su organismo, exactamente después de realizar el ciclo (un ciclo dura entre 5 y 6 semanas) para no aparecer en un control antidopaje. Es muy difícil que un entrenador calificado o un médico deportivo, pueda recomendarle usar ese tipo de sustancias sabiendo del gran daño que puede causarle no sólo porque da positivo en las pruebas de dopaje sino además, por las consecuencias físicas. “Debemos ser conscientes de los daños colaterales que puede conllevar el uso de estas sustancias, como el daño hepático, del páncreas y los problemas sexuales. Un deportista calificado no puede usar estas sustancias, es un riesgo muy alto en todo sentido”, nos indica el doctor Julio Grados, especialista en medicina deportiva y hoy trabajando en el comando técnico del Deportivo Municipal.
Es por ello, que el caso de Fiol es extraño, porque con el nivel de entrenamiento y alimentación que lleva un nadador de alta competencia (entrena en el prestigioso Club Regatas Lima) no le es necesario utilizar este tipo de sustancias para ganar masa muscular y potencia. Es un deportista que de por sí tiene una contextura acorde al deporte que practica. ¿Entonces qué ha sucedido? ¿Cómo un deportista de imagen tan profesional ha podido cometer un error tan grave? ¿Qué lo motivó a cruzar esa línea? ¿Estamos hablando de un problema de cuerpo o de mente?
El fenómeno “Esto es Guerra” y “Combate”
Hace cinco años tener acceso a este tipo de esteroides anabólicos como el Estanolzolol o Winstrol, era muy difícil por sus consumidores, básicamente porque había poca oferta. Los fisicoculturistas y personas en general que querían aumentar su masa muscular rápidamente y con poco esfuerzo eran los que principalmente los compraban. Para ellos, había un mercado negro, con pocos distribuidores. Pero los tiempos han cambiado. Con la aparición de los realities de competencia en televisión abierta y su popularidad en los medios, ha crecido en el Perú, brutalmente, la cultura de la imagen y hoy más que nunca los jóvenes están obsesionados por lucir como sus estrellas favoritas de la TV. “Especialmente en la última década, la imagen corporal ha pasado a ser el todo del ser humano. Un cuerpo definido, delgado, fuerte, es señal de poder. Al parecer no sólo la belleza que podría ser usada como herramienta para la conquista, sino la imagen por sí misma ha pasado a tener el poder de la seguridad y eliminar a cualquier rival. No importa el costo. Los selfies (que no es más que la reafirmación de esa imagen) sino las horas que se usan para el gimnasio, son raramente por salud y pasan a ser señales de que el culto al cuerpo, la nueva religión de los jóvenes. Antes de juzgar el antideportivismo de Mauricio Fiol es importante ver que esta sociedad está representada por poder, belleza, e imbatibilidad”, comenta el psicoterapeuta Ricardo Romero, a quien consultamos, para que pueda darnos una opinión psicológica de este caso.
A ello, se suma las redes sociales como medio para exponer la imagen de las personas. En los gimnasios de Lima hay tanta gente esperando su turno en un máquina para hacer ejercicios como tomándose “selfies” en los espejos. “El estímulo primitivo erótico de los realistas (que por cierto están en horario primitivo) no es sino una señal de que tal vez estemos involucionando, o en el peor de los casos sustituir nuestro pensamiento por lo que lo externo representa. No es difícil encontrar en las fiestas juveniles los cuerpos esculturales en ambos géneros que no mostrarían más un tipo de seducción al mismo tiempo que un mecanismo defensa, ‘soy muy fuerte, conmigo no te metas’. De fondo creo que este culto al cuerpo es una señal del temor a acercarse al otro de manera real y sacar todas las armas para mantenerse en una terrible soledad de la que aún no se tiene conciencia”, agrega Romero.
Esta cultura obsesiva del cuerpo, promovida en gran parte en estos programas realities de competencia, por ejemplo, ha llevado a la gente tomar atajos peligrosos como el consumo de estas sustancias. Ha crecido en gran medida la demanda en Lima de esteroides anabólicos y lo que antes se conseguía en un mercado negro, hoy está al alcance de la mano, a tal nivel que se aplican vía oral o como inyectables en los propios vestuarios de los gimnasios. Ha crecido la demanda, la oferta y los distribuidores.
Este fue el informe de Reporte Semanal de Latina, sobre el uso de esteroides anabólicos en los realities.
La responsabilidad de Fiol y el futuro
Florencio Portocarrero, presidente de la Asociación Nacional de Fisicoculturimo, mencionó un tema clave en conversación con RPP, subrayando claramente la responsabilidad del nadador. “Un atleta no puede tomar este tipo de sustancia bajo ningún aspecto. Es una sustancia que ayuda al crecimiento de la masa muscular. No hay manera de que te inyectes estanozolol sin saber que te lo estás inyectando. Además, este elemento aparece en el organismo durante 6 meses. Entonces, tampoco puedes decir yo no fui y derramar lágrimas de cocodrilo”. Para los expertos, a Fiol le falló el cálculo del ciclo de la sustancia y de acuerdo a nuestra hipótesis fue pésimamente asesorado por un inexperto en la materia.
Mauricio Fiol es una de las figuras representativas de ADO (Asociación de Deportistas Olímpicos), es imagen de marcas tan importantes como Herbalife, Reebok y Sporade, quienes seguramente estarán evaluando la posibilidad de dar por finalizados los vínculos contractuales con el deportista. El error que pudo haber cometido Mauricio Fiol es demasiado grande para un atleta de su nivel. Aquellos que lo han tratado de cerca aún no salen de su asombro porque es un muchacho estudioso, muy ordenado y dedicado a entrenar más de 4 horas diarias. Ahora tendrá que sacar desde lo más profundo de su ser, una enorme capacidad de resiliencia para demostrar, una vez que pase la tormenta, que es en verdad todo un campeón y que este fue tan sólo un gran error. Y que la piscina sólo estará vacía sólo por un tiempo. Él deberá llenar ese vacío con entrenamiento, nuevas actividades y amor propio. En búsqueda de una revancha, que seguramente se dará en los Juegos Panamericanos Lima 2019. Fuerza Mauricio.