El misterioso “insight” que ha generado que la pelea Mayweather vs. Pacquiao sea la más importante de la historia
De la denominada gran pelea del siglo que se desarrollará en el MGM Grand Casino de Las Vegas se ha dicho mucho los últimos días y específicamente, y de forma repitente, los medios han comentado de las cifras exorbitantes de este combate, por las millonarias ganancias que se generarán por la comercialización de diversos productos y servicios deportivos, pero pregunto en voz alta: ¿qué ha motivado que sea así?
El deporte forma parte de la industria del entretenimiento, hoy se usa cada vez más el término “sporteinment”, y la magia que ha generado que crezca la abrumadoramente expectativa por este espectáculo, nace de un insight o dato interno que está presente en el ADN del consumidor deportivo y que se ha amplificado sideralmente con el gigantesco crecimiento del uso de las redes sociales, potenciada además por la proliferación de dispositivos móviles, hoy al alcance de la mano de todos los segmentos socioeconómicos, originada por una penetración transversal determinada por la masificación de marcas de baja gama pero de alta funcionalidad.
Antes de hablar de este insight en cuestión, recapitulemos los ingresos de esta pelea, que podrían superar los 450 millones de dólares (sólo generados en Estados Unidos por el Súper Bowl de la NFL):
-Pay Per View: 300 millones de dólares.
-Venta de entradas o ticketing: 74 millones de dólares (récord absoluto en la historia del boxeo).
-Patrocinadores: 11 millones.
-Derechos de TV: 35 millones (en todo el mundo).
-Merchandising: 1 millón de dólares.
Como dato adicional podemos indicar que los precios de reventa de entradas han alcanzado cifras inimaginables de 140,000 dólares en primera fila de acuerdo a la web stubhub.com
Pero insistimos, ¿qué ha hecho posible el crecimiento de esta gran expectativa que ha roto todos los récords económicos?
Las redes sociales han puesto a este combate literalmente en boca de todo el mundo y a quien el día de ayer nunca se había sentido atraído por ver una pelea de box, les aseguro que no se perderá la pelea del siglo, generando a partir de este pugilato, nuevos adeptos a este apasionante deporte, generador de héroes históricos como Muhammad Ali, Mike Tyson o Sugar Ray Leonard. El boxeo es un deporte que vende ilusión, emoción y expectativa. Ingredientes perfectos para generar altas audiencias, que esta vez se combinaron a la perfección.
Entonces la siguiente pregunta cae de madura, ¿por qué en particular esta pelea de box se ha convertido en un contenido tan viralizable en redes sociales y tan atractivo para los medios de comunicación?
Es en este momento, que nos profundizamos en el ADN del consumidor y descubrimos el dato interno generador de toda esta locura mediática, que sólo es posible ser potenciada por un espectáculo deportivo (momento en el cuál nos sentimos sumamente complacidos de haber escogido una carrera tan apasionante como el marketing deportivo).
Lea bien. La pelea entre el estadounidense Floyd Mayweather Jr. de 38 años y el filipino Manny Pacquiao de 36 años, ha sido interpretada desde la psicología del consumidor como la pelea entre el bien y el mal. Se ha hecho realidad el eterno guión de los dibujos animados de Marvel Comics, en los que el bueno combate al malo para salvar el mundo, como se cuenta en las historias de Spiderman, Ironman, Avengers o Thor. La diferencia es que el MGM Grand Casino será testigo de una historia real, que presenta a Pacquiao como el héroe que salva vidas y a Mayweather como el antihéroe que ama el dinero.
Pacquiao es un hombre muy religioso, afirma que “Cristo salvó mi vida de los excesos de la fama del boxeo” y así lo demuestra no sólo en sus redes sociales sino con acciones en bien de su país. Por ejemplo, actualmente está construyendo una iglesia en Filipinas para 5000 personas y hace poco inauguró un hospital para niños, es un político comprometido con las obras sociales y ha respondido desde la humildad todas las exigencias de su rival, entre las cuáles se cuenta principalmente recibir el 40% de los ingresos de la pelea y Mayweather el 60%.
Por su parte, el estadounidense, apodado “Money” es el reflejo de una parte de la sociedad que privilegia el dinero como fin y no como medio. Su equipo de trabajo es además llamado el “Money Team” y Floyd no pierde el tiempo para tomarse fotos junto a bellas mujeres en la cama junto a fajos de dinero, usará protectores dentales de 23.000 dólares y un cinturón con 3.000 esmeraldas. Su última gran excentricidad fue comprarse un auto deportivo Bugatti, valorizado en 2 millones de dólares, a las 3 de la madrugada y exigirle a su agente que esté en la puerta de su casa en 12 horas.
Para los medios de comunicación, esta confrontación de valores y antivalores ha sido un contenido riquísimo con el cuál han generado historias de morbo y excentricidad, que son las que venden especialmente en el mundo del boxeo, con información que ha capturado la atención del mundo entero, “literalmente”, y que han determinado que el planeta esté paralizado esperando la hora del inicio de una pelea. Detrás de toda esta historia, ejecutivos de negocios de la industria del boxeo que descubrieron un “insight” e hicieron lo más importante: lo activaron en el momento preciso y potenciaron la expectativa a la estratósfera. Un golpe perfecto.