La industria textil en el Perú está caracterizada por sus materias primas y la exportación de recursos nacionales, tales como el algodón, la fibra de alpaca y vicuña. Inclusive, de la fibra de alpaca total recogida al año (4000 toneladas), el 58% es para exportación. Y, ante la creciente demanda, la productividad de dicha fibra está alcanzando sus niveles máximos. Ante ello, la oportunidad del desarrollo de la industria moda —diseño, elaboración y venta del producto final— se vuelve más atractiva, para dinamizar el mercado nacional.
En diálogo con Gestión.pe, Denisse Távara, directora académica del CEAM (Centro de Altos Estudios de la Moda) hace énfasis en la oportunidad que tienen los estudiantes de diseño de moda y gestión de moda de brindar un valor diferencial a la materia prima con la que ya cuenta el Perú. Asimismo, ubica un panorama actual y futuro en la industria de la moda a nivel nacional. El creciente uso del comercio electrónico para los negocios y la sostenibilidad —tanto en responsabilidad ecológica y social— son nuevas condiciones que ya no son tanto un tema de “moda”, sino de evolución del rubro.
Aún existe cierto tabú en las carreras que tienen un corte artístico, por las oportunidades laborales —aparentemente— reducidas. ¿Cuál es la condición actual del rubro de la moda?
Un ejemplo para visualizar que el mercado de la moda es algo rentable, es el boom de los centros comerciales, y no sólo en Lima, sino en las provincias. Las marcas van posicionándose. El mismo Gamarra [y su avance]. Además, la entrada de marcas internacionales, que jamás habríamos pensado que llegarían, dice mucho del mercado y de la evolución del consumidor.
La descentralización ha sido vital en estos 8 a 10 años. Justamente nos permite palpar esa la importancia de la industria textil y de moda. Podemos observar como se está moviendo el mercado a nivel nacional, no solo local. Las carreras creativas, obviamente con ese porcentaje de gestión, hace que el diseñador de moda sea pueda convertir en un profesional 360 que pueda dejar una huella con una identidad, pero también vivir de su carrera y hacer empresa.
Dado el crecimiento de consumo de moda en provincia, ¿cuentan con sedes fuera de Lima?
En Lima hay estudiantes que vienen de provincias cercanas a la capital, pero también de Arequipa, Trujillo, Piura. Yo llegué desde Talara. Aún sólo estamos en Lima, pero pronto tendremos una noticia muy importante. Todavía no puedo dar tanta información, pero estamos creciendo. El rubro obliga constantemente a innovar y crecer, es parte de su naturaleza.
Tocando el tema de la innovación. La industria textil es la segunda más contaminante en el mundo. ¿Cómo se enfrenta eso desde la innovación, y sobre todo, desde la educación?
Esto lo sabemos todos los involucrados, es importante que también lo sepa el consumidor. Es un desafío para nuestra escuela, para los estudiantes, pero también es un desafío para ver cómo esa información llega al consumidor. La ventaja es que las nuevas generaciones la tienen clarísima. Eso también ayuda a que partan iniciativas propias.
Sin embargo, desde la escuela también nos involucramos. Plataformas internacionales como Fashion Revolution y WGCN ayudan con el tema de conscientización. Tenemos talleres de moda sostenible para que no llegue solo a través de ponencias, sino que aprendan a desarrollar competencias blandas. La idea de sostenibilidad, no solo se refiere al impacto ambiental, sino social. En línea con eso, también tenemos círculo de investigación liderado por una socióloga en donde se liga la tecnología, la sostenibiliad y la responsabilidad social. La tecnología, por su lado, tomará parte en la elaboración de nuevas prendas.
La sostenibilidad, la tecnología… son maneras de operar que se ven el extranjero, o que en todo caso, lo demanda un consumidor externo. ¿El consumidor peruano está preparado para invertir en piezas así?
El consumidor peruano ahora tiene muchas marcas a su alcance. El asunto es que aún no se hace las interrogantes para saber que hay detrás de estas marcas. Este t shirt o pieza: de dónde viene, quién lo hizo, de que está hecho, a dónde va. Es parte de nuestro deber, como actores de la industria, educar al usuario final. No sólo hacer piezas para afuera, sino contribuir al sistema de la industria nacional. No es fácil, es un desafío; pero tampoco es imposible. Igual, el mercado peruano se sitúa en las tendencias que se ve de afuera.
También es generacional. Las nuevas generaciones de diseñadores, que también son la nueva generaciones de clientes, la tienen mucho más clara. [La cultura] de redes sociales viraliza cosas que frenan las decisiones de compra si no guarda relación con lo que sucede a nivel global. La indumentaria, la forma de vestirnos va a cambiar.
Hay países en la región que cuentan una industria de la moda más desarrollada, pero el Perú cuenta con una estimación de crecimiento económico más estable que algunos de esos países. ¿Qué le espera a la industria en el Perú en línea con la macroeconomía?
La economía impacta en todos los negocios. En la moda hay procesos: un desarrollo que involucran empresas y equipos de trabajo. Se tiene que ir en línea con ciertas tendencias y aprovecharlas, por ejemplo en el ámbito del consumo. El consumo a través del comercio electrónico en la indumentaria cada vez crece más en el país, y eso nos beneficia. Los estudiantes saben aprovecharlo porque son nativos digitales. Hay oficinas como ‘coworking’ pero virtuales, así diferentes marcas pueden usar una misma página para vender.
¿Qué oportunidades hay en el mercado laboral además de tener un atelier o contar con su propia marca de ropa?
Un diseñador o un gestor de modas puede tener un atelier o un emprendimiento de importación o exportación. Tenemos más de 1500 egresados, todos se dedican a cosas diferentes. Hay ateliers de vestidos de novia, de noche, ropa para niños, para adolescentes, para hombres. También se pueden desarrollar en el campo del estilismo, bloggers de moda, asesores de imagen. Este último es un rubro que se desarrolló mucho. También está el visual merchandising, escaparatismo. Otros se fueron por la investigación en la moda sostenible. Otros han continuado estudiando fuera del Perú, tenemos 17 convenios, así que pueden hacer maestría en Italia, España, inclusive la India si quisieran.
En la escuela también realizan prácticas. Así pueden probar hacia donde quiere orientarse después de relacionarse con el mercado. Puede ser atelier de alta costura, o un retail, o marca urbana, etc. Esta pregunta es muy común, sobre todo por el lado de los padres. Hay un abanico de oportunidades. El 30 de enero hay un evento en el que pueden atender registrándose en la web del CEAM en donde pueden entrar más en detalle de manera personal.