Redacción Gestión

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Ahora con el Brexit muchas personas me preguntaron si recomendaba vender sus posiciones y salir del mercado, por la alta volatilidad. A todas ellas les he dicho que no: mantengan su objetivo en mente y su estrategia, pase lo que pase. Porque siempre habrá crisis similares a lo largo de nuestra vida.

Hay otros que me preguntan si es bueno invertir en forex, en opciones binarias o futuros, porque han escuchado que se puede ganar mucho. Siempre contesto que es muy riesgoso y hablo un poco de mi filosofía de inversión.

Yo pienso —repito— que uno no debe perder de vista su objetivo al invertir, y debe hacerlo de manera diversificada (para controlar el riesgo), siempre con base en ese objetivo, en el horizonte de nuestra inversión.

No recomiendo "apostar" ese objetivo, particularmente si uno no sabe lo que hace (muchas personas que me hacen esas preguntas jamás han invertido en realidad). En efecto, se puede ganar mucho, pero también se puede perder todo. El riesgo es la variable que hay que mantener bajo control.

Desde luego no tengo nada contra el trading, personalmente, ni contra aquellos que lo hacen como forma de vida. Algunos de mis amigos son traders y me critican porque aconsejo a las personas no hacerlo. Ellos aseguran que comprar y vender acciones o divisas el mismo día, con operaciones rápidas, puede ser muy rentable. No lo dudo, pero, enfatizo: también puede ser muy riesgoso. Todos los días salen noticias de hedge funds que perdieron mucho dinero a través de "apuestas" que no funcionaron.

Creo que se vale hacerlo sólo con dinero que uno sí podría estar dispuesto a perder, no con dinero que está destinado a objetivos de largo plazo.

Puntualizo: uno no debe perder de vista su objetivo al invertir, la intención es poder lograr ese objetivo. Como, por ejemplo, tener recursos suficientes para vivir nuestro retiro sin preocupaciones. La forma más segura de alcanzar ese objetivo es a través de un portafolio diversificado que sea acorde con el mismo y que no exceda nuestra tolerancia al riesgo; siendo consistentes en la aplicación de nuestra estrategia, pase lo que pase, con o sin Brexit o crisis financieras. En épocas de vacas gordas y flacas. Es la manera más segura, repito.

El trading nos centra en el corto plazo, de esta manera nos aleja de nuestro objetivo y puede hacer que perdamos el enfoque. Uno tiene que entender que las fortunas no se hacen en un solo día.

Además el trading es una de las disciplinas más difíciles que existen. Hay que tener estómago y una alta tolerancia al riesgo para poder ser exitoso; y evitar a toda costa que nuestras emociones, naturales para los seres humanos, se interpongan en nuestras decisiones de comprar y vender. El ensayo y error puede ser fatal.

Para un trader es indispensable tener una metodología y aplicarla con disciplina férrea. Ésta nos sirve precisamente para tratar de evitar que las emociones influyan en nuestras decisiones. Por eso mismo, una vez que la hemos definido, tenemos que aplicarla siempre, sin excepción.

Por ejemplo: si hemos definido vender una acción en caso de que su precio cruce a la baja su promedio móvil de 30 días, entonces tenemos que hacerlo. No importa si es una gran compañía, con enormes perspectivas a futuro. Ésa es la metodología que establecimos y por lo tanto tenemos que seguirla, aunque nuestro instinto nos diga lo contrario.

Hacer esto es muy difícil. Entra nuestra pasión irracional. La gente a veces piensa que esa acción seguro va a tener un rebote: "lo presiento". O puede pensar que quizá sea una señal equivocada y, entonces, ignorarla. O simplemente que esa compañía es la mejor que existe y que a pesar de todo es mejor mantenerla en el portafolio.

Todas estas pueden ser razones válidas, pero también pueden ser producto de nuestro temor a equivocarnos, o de una esperanza poco fundamentada. Son nuestros sentimientos hablando, no nuestra inteligencia.

Por eso es importante tener una metodología definida a la hora de invertir, pero aún más importante es el hecho de aplicarla a rajatabla, siempre, sin excepción.

Por otro lado, un trader debe estar dispuesto a perder y a salir de las posiciones de manera rápida. Para él, lo más importante es limitar las pérdidas lo más posible y dejar correr las ganancias también lo más que se pueda. De hecho, más de la mitad de las operaciones son perdedoras, de ahí la importancia de cortar las pérdidas pronto y no dejar que sus sentimientos se inmiscuyan en el camino.

Pero también deben considerar, en el cálculo de sus utilidades, la comisión que pagan por cada operación. Muchos se olvidan de tomarla en cuenta.

Los verdaderos traders se enfocan en estudiar muy pocas acciones (o divisas, o futuros, depende del mercado en el que operen). Toman sus decisiones basadas principalmente en criterios de análisis técnico. Como operan intradía, a veces compran y venden, en un mismo día, el mismo instrumento varias veces.

En fin, creo que sí se puede tener éxito como trader, pero es algo que muy pocos logran. Así como pocas personas pueden enriquecerse tocando el violonchelo o cantando. Para 99% de las personas, éste no es el camino a seguir.

Diario El Economista de MexicoRed Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)