Uno de los grandes anhelos que tienen los peruanos es adquirir una vivienda propia, en tanto para lograrlo es necesario considerar un plan previo que incluya una serie de elementos, principalmente el tiempo que le demandará concretar el proceso de compra.
En esa línea, en diálogo con Gestión.pe el docente de la carrera de Administración y Finanzas de la Universidad Esan, Edmundo Lizarzaburu, señala que dentro de los puntos a considerar es el ahorro que le servirá para la cuota inicial de su futuro hogar.
Actualmente las entidades bancarias financian el 90% del valor de la vivienda, con lo cual se solicita al cliente el 10% de cuota inicial. ¿En cuánto tiempo se puede lograr juntar la cuota inicial?
El docente señala que hasta antes la pandemia, el ahorro se podía conseguir en un año o en un año y medio -principalmente en aquellos trabajadores que se encuentran en planilla-; pero con la crisis sanitaria el plazo se podría ampliar.
“Ya el hecho de no gastar el exceso es un ahorro porque eso genera que no se tenga tantas deudas y que la capacidad de poder generar algún ahorro empieza a elevarse. Entonces considero que las personas podrán juntar la cuota inicial entre uno y tres años con un horizonte promedio de dos años”, sostuvo.
En este punto detalló que a más alta sea la cuota inicial (más del 10%) se pagarán menos intereses durante el tiempo de dure el crédito, ya que el interés se calcula sobre el saldo del crédito.
En cuanto al plazo a pagar por el crédito hipotecario recomendó elegir el más amplio, pero con la salvedad de a realizar prepagos (pago del capital sin intereses) para reducir el crédito.
En cuanto a los trabajadores que no se encuentren en planilla, pero reciban ingresos por honorarios, las entidades bancarias ofrecen programas mínimos de 6 meses para el ahorro mensual y futura adquisición de una vivienda.
Perfil de cliente
Lizarzaburu también precisó que el ahorro dependerá de la carga familiar que pueda tener el cliente, es decir, si tienen hijos o son solteros. Detalla que en el caso de las personas solteras, conseguir el ahorro no debería exceder el año y medio, pues que actualmente no hay gastos extras como el alquiler de una casa de playa o viajes.
“Si en esta pandemia las personas que han podido tener trabajo no han ahorrado, ahí claramente tenemos un problema. Y eso es algo que cada uno debe evaluarse”, sostuvo.
De igual manera, indicó que las cuotas mensuales a pagar por el crédito hipotecario son equivalentes al 30% de los ingresos de una persona, por lo que bajo ese monto se debe guiar para realizar el futuro pago mensual del préstamo.
Detalló que cuando el cliente solicita un crédito hipotecario, además de contar con el ahorro de la cuota inicial respectiva, la entidad bancaria realizará una evaluación crediticia al cliente, por lo que recomendó revisar el historial crediticio y tener una buena calificación.
“Deben estar ordenados con los créditos. Al tener varias tarjetas de créditos copadas y no contar con ahorros, eso hace que se reduzca la capacidad de endeudamiento”, dijo.
En este último punto, indicó que también se evaluará cuál es la empleabilidad, la rotación laboral y el tiempo laboral de permanencia que tiene el cliente. Según precisó, una vez solicite un crédito hipotecario, la entidad bancaria le debe dar una respuesta en aproximadamente una semana.
Otros gastos a considerar
Antes de iniciar el proceso de compra de una vivienda, también de considerar otros factores. Uno de ellos es revisar el flujo de caja, en donde se identifica los ingresos, egresos y el monto para poderlo aplicar al pago de las cuotas del crédito hipotecario. En este flujo –precisa- se evidenciarán los gastos y se detallan las prioridades.
Un factor necesario también a evaluar está relacionado al precio del metro cuadrado del distrito en el cual se pretende comprar la vivienda, esto a fin de no pagar precios elevados.
También se debe considerar que la compra de la vivienda viene acompañada con otros gastos, por ejemplo, los pagos de servicios básicos como luz, el agua, el internet, mantenimiento y los seguros. El docente recomienda no olvidar los gastos que también implica la mudanza y el amoblado.
De igual manera, considerar el tipo de vivienda, pues algunos pueden elegir un departamento nuevo o una casa de segundo uso.
Señala que cuando se trata de un departamento de estreno, con llave en mano el usuario se muda; mientras si elige la vivienda de segundo uso debe realizar los gastos de mantenimiento previo para revisar –por ejemplo- la tubería.