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En la temporada de verano muchos peruanos optan por alquilar una casa fuera de Lima y así escapar del caos de la ciudad. En ese sentido, el teletrabajo ha permitido que las personas puedan contar con estancias más largas al momento de rentar una propiedad, ya que no tienen que estar de manera presencial en sus centros laborales.
Adicional a ello, la pandemia impulsó la preferencia por casas en el campo, fuerte competidor de las tradicionales casas de playa, que se posicionan como una opción cada vez más atractiva para quienes desean pasar unos días o semanas en un espacio de recreación con sus familias o amigos.
“(Los peruanos) están buscando un espacio fuera de Lima para disfrutar de un mejor clima, un aire más limpio, pasar tiempo en familia e incluso mudarse por temporadas cortas, aprovechando la posibilidad de trabajar de forma remota”, sostiene David Herrera, gerente general Grupo Norte.
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Preferencias de los peruanos
Al respecto, si bien la gran mayoría de personas optan por una casa frente al mar en los primeros meses del año, las casas de campo han cobrado cierta notoriedad a raíz de la pandemia.
“Definitivamente la playa es la favorita para el verano, pero el campo se ha convertido en un fuerte competidor para la temporada. En el último año, Grupo Norte presenció un incremento del 70% en el interés de las familias peruanas por adquirir una membresía en los diferentes clubes de campo”, indicó a Gestión.pe.
Menciona que esto espacios alrededor de Lima ofrecen ambientes completos, como piscinas, áreas deportivas, minizoológicos, paseos a caballo, zonas de parrillas, áreas de camping y glamping, restaurantes, acceso a zonas turísticas de los alrededores y mucho más.
Las personas que rentan casas de campo son “empresarios y profesionales que viven en la velocidad de la ciudad y valoran la tranquilidad y el balance entre trabajo y familia”.
Antonio Amico, presidente de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios del Perú (ADI), señala que efectivamente la pandemia ha impulsado el desarrollo de productos inmobiliarios de casas de campo.
“Antes de la pandemia teníamos un 10% o 15% de personas que compraban estas viviendas para vivir. Hoy hablamos de un 35%. Es decir, prácticamente se ha duplicado los clientes que adquieren estas propiedades”, alega.
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¿Cuáles son las zonas más demandadas?
Herrera comenta que Cieneguilla, Pachacamac y Chaclacayo son zonas de alta demanda para inmuebles de campo, mientras que Asia, Punta Hermosa y San Bartolo concentran la oferta de residencias cerca al mar.
La Asociación Peruana de Agentes Inmobiliarios calcula que la demanda para el alquiler de casas de campo es ahora de un 50% adicional de lo que habitualmente era antes de pandemia.
Así, el precio de alquiler de una casa en Cieneguilla podría estar entre los US$ 200 y US$ 300 la noche, sostiene Herrera.
“Si bien las casas de playa tienen ocupabilidad llena en verano, las casas de campo suelen tener una demanda estable durante todo el año, principalmente por el clima cálido”, agrega.
Por su parte, Antonio Amico, de ADI, señala que los peruanos optan muchas veces por viviendas campestres que se encuentren dentro de un condominio por un tema de seguridad y mayor tranquilidad.
“Principalmente Cieneguilla, ahí hay una cierta concentración de estas propiedades. Luego, estaría Lurín y Pachacamac, dónde se observan algunos condominios de casa de campo más pequeños. Ahora, si te quieres ir más al sur, está Cañete y Chincha, dónde hay un desarrollo de propiedades más pequeños”, indica.
En esa línea, menciona que hay condominios que van desde 1,400 m2 a condominios de menores metrajes, como 500 m2.
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Zona sur como una oferta atractiva de casas de campo
Sandro Vidal, gerente de consultoría e investigación de Colliers International Perú, comenta que las casas de campo han tenido una evolución como mercado y en los últimos años se ha observado una mayor incidencia en cuanto al incremento en la zona sur de Lima.
Incluso, detalla que algunas se denominan casas de playa/campo, porque la ubicación de estas propiedades tiene el plus de un acceso a zonas de playa, y a pesar de que no son casas de playa como tal, cuentan con el beneficio de tener el mar cerca.
“En décadas anteriores, se ha podido observar que las casas de campo han estado orientadas al centro de país, es decir, a zonas como Chaclacayo, Cieneguilla y Huachipa. Era lo tradicional de casas de campo de los limeños”, refiere.
“Ahora ha variado un poco y se observan también en la zona sur, como Asia, Cañete, Lurín, Pisco, Ica y Mala. En toda la zona del sur se han desarrollado bastantes productos, tienes a Los Portales, Menorca, Centenario, entre otros”, agrega.
En ese sentido, Vidal comenta que se viene un incremento de precios en las casas de campo porque a nivel de demanda hay un mayor interés por las casas de campo. Esto sumado a la inflación internacional y otros factores externos.
Por otro lado, el experto indica que un factor importante de este tipo de viviendas es que se pueden utilizar durante más parte del año, a diferencia de las casas de playa.
“Muchas casas de playa a raíz de la pandemia han estado utilizándose en temporadas de no verano. Dicho esto, las casas de campo podrían estar tratándose hoy en día como primera vivienda, es decir, para uso permanente. Esos factores inciden en el incremento de la demanda y por lo tanto hay un recalculo en los precios de venta y renta”, sostiene.