Ayer inició la reunión de la Reserva Federal (EE.UU.) para evaluar una nueva subida de la tasa de referencia en medio de turbulencias del sector bancario internacional.
El consenso del mercado espera un incremento de las tasas a un rango de 5% a 5.25%, lo que equivale a 25 puntos básicos por encima del nivel en que actualmente se sitúan (entre el 4,75% y el 5%).
Con ello, se generan ciertas dudas sobre si esta decisión canalizaría algún impacto al bolsillo de los peruanos.
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Pese a que se prevé una nueva subida en la tasa clave, también se proyecta que está cercano el fin de dicha tendencia pues esta política monetaria afecta a la economía estadounidense y la ralentiza, dijo Ronald Casana, especialista del Colegio de Economistas de Lima.
En esta línea, el efecto macroeconómico es que la inversión extranjera voltee su mirada hacia países emergentes como Perú, ante una eventual recesión en EE.UU., la cual no se tiene claro si será leve o agravada, comentó.
Según el economista, se proyecta un crecimiento de 0% para la inversión privada en el país, pero si los inversionistas ven atractiva la región, dicha estimación se inclinaría hacia el lado positivo y podría generar mayor empleo formal, beneficiando la economía de muchos hogares y su calidad de vida.
Pero es necesario que el escenario local brinde tranquilidad a estos inversionistas, se muestre como un país estable y con potencial de crecimiento, algo que no se conseguirá si no mejora la incertidumbre política.
Asimismo, sostuvo que este consenso sobre una nueva alza en la tasa es internalizado por el mercado previamente, empero es el mensaje del presidente de la Fed lo que generaría volatilidad. En este discurso es donde se dan señales sobre las próximas decisiones, acotó.
Por ejemplo, esta incertidumbre movió el mercado de divisas y ayer aumentó ligeramente el tipo de cambio local. Este indicador sigue un camino a la baja en lo que va del año y si no hay sorpresas en el mensaje de Jerome Powell, el sol podría continuar fortaleciéndose, añadió.
En este escenario, refirió que el menor precio del billete verde beneficiaría a quienes tienen obligaciones en dólares como deudas financieras, alquileres, seguros contratados, incluso a los importadores.
Aunque los empresarios que traen productos del extranjero deben ser cuidadosos pues sus costos se reducen, pero el mercado de consumo no está en su mejor momento, agregó.
Finalmente, Casana comentó que a nivel interno la inflación se viene debilitando en respuesta a la política seguida por el Banco Central de Reserva (BCR). Indicó que el ente emisor se adelantó en elevar las tasas comparado con la Fed y ahora frenó esta tendencia antes que la autoridad en EE.UU.
“Julio Velarde (BCR) ha señalado que, por lo menos, se debe observar unos tres meses de inflación en retroceso para pensar en un recorte de la tasa de referencia, lo cual es un adecuado sustento técnico pues no se puede jugar a subir y bajar la tasa clave en cada cambio”, manifestó.
Sin embargo, es claro que ambas autoridades ven próximo el fin de sus políticas, por lo que cuando ello suceda y las tasas empiecen a retroceder, también se observará un descenso en el costo de crédito.
Hacia el segundo semestre, se podría observar menores tasas en los créditos corporativos, inicialmente, y, progresivamente, bajará para los demás préstamos empresariales y de consumo, complementó.
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