La crisis sanitaria de los últimos años ocasionó cambios en el comportamiento de los usuarios del sistema financiero, incluidos los deudores en mora.
Una de estas variaciones corresponde al incremento de la deuda promedio de los prestatarios con moras mayores a 180 días. Las instituciones financieras suelen castigar estas carteras de créditos vencidos y las venden a empresas de cobranza.
Antes de la pandemia, el monto de la deuda promedio de esas carteras morosas adquiridas por las casas de cobranza estaba alrededor de S/ 5,900, y ahora se ubica por encima de S/ 10,400, reveló Carlos Farro, gerente general de Finanty (ex Conecta). Es decir, en los tres últimos años la deuda morosa por cliente ha subido en 76.3%.
“Los datos son de nuestra cartera, pero reflejan lo que ha pasado en el mercado, ahí ha habido un cambio”, dijo en el VI Congreso Nacional de Cobranzas, BPO y Centros de contacto, organizado por la Asociación Nacional de Empresas de Cobranzas del Perú (Anecop).
Las razones de la mayor deuda morosa
Este aumento se explica por la caída en mora de los clientes que ya estaban sobreendeudados y que fueron afectados por la crisis económica causada por el covid-19, señaló Humberto Ugarte, presidente de Anecop.
Pero también durante la pandemia las personas están recurriendo a la toma de mayor financiamiento para cubrir sus necesidades, explicó. Algunos han usado más sus tarjetas de crédito, por ejemplo, para alimentación, medicamentos, acondicionar sus casas al trabajo remoto o para mejoras en el hogar, detalló.
“Todo el mundo creía que iba a ser un problema de uno, dos o tres meses, y al final duró mucho más tiempo y complicó (el pago) a los deudores”, sostuvo Ugarte.
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Segmento de consumo
Farro indicó que en la prepandemia había más mujeres morosas, mientras que ahora predominan los hombres incumplidos en las carteras vencidas que gestionan las empresas de cobranza.
Asimismo, detalló que en las carteras de consumo adquiridas a la banca, antes el 60% correspondía a deudas con tarjeta de crédito y 40% a préstamos directos (en cuota), pero ahora es al revés.
El año pasado las carteras de crédito de consumo castigadas por las entidades financieras alcanzaron los S/ 8,500 millones y en el 2022 llegarían a los S/ 4,500 millones, estimó Farro. Pero no todas las instituciones financieras las venden a empresas de cobranza, acotó.
Facilidades de pago
Advirtió que detrás de esas carteras castigadas hay personas con problemas de pago que son excluidas del sistema financiero y no pueden acceder a nuevos préstamos.
“Nosotros tomamos la decisión de comprar más y ver la manera de ayudar a estos clientes a reinsertarse nuevamente. Para ello hemos hecho una segmentación de clientes con ofertas (de pago) diferentes para cada uno”, comentó el ejecutivo de Finanty.
Eso incluye descuentos (incluso del capital de la deuda), bonos para los que cumplan con los cronogramas de pago y asesoría a quienes se ponen al día y quieren mejorar su récord crediticio para ampliar su financiamiento. “Estamos aspirando a ser una clínica financiera”, declaró Farro.
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Reacción favorable
Ugarte precisó que las casas de cobranza tienen total libertad en la gestión de las carteras de crédito ya adquiridas a la banca. Pueden fraccionar la deuda, reducir el monto de capital y ofrecer otras facilidades para que las personas puedan cancelar su deuda morosa.
“La gente está reaccionando favorablemente a las facilidades que les ofrecemos; estimo que un 60% de los clientes a los que se les ofrece soluciones de pago acepta”, resaltó. Así, los deudores evitan que los estén llamando o enviando cartas o mensajes de texto, añadió.
Aplicaciones de IA en la gestión de cobranza
La inteligencia artificial (IA) ya no es un tema extraño en la vida cotidiana de los peruanos, vemos sus aplicaciones en sectores como la telefonía celular y los centros de contacto no son la excepción.
Así lo señaló Luis Sakihama, CEO de Notifai, quien refirió que las aplicaciones más usadas en la gestión de cobranza son el chatbot (simula una conversación a través de mensajes de texto) y el voicebot (que hace llamadas telefónicas y puede simular conversaciones).
La ventaja de estas aplicaciones es la automatización, pero podría tener un impacto (negativo) en cliente. Por eso se tiene que tener cuidado en su diseño y no usarlo para atender reclamos, dijo el ejecutivo en un evento organizado por la Anecop.
Sakihama refirió que otra aplicación de la IA es la recopilación de todos los datos de interacción con los clientes y sobre eso generar algoritmos para poder tener scoring de recomendaciones o de riesgo de ese cliente para la cobranza. Por ejemplo, cuántas veces timbró el teléfono, si contestó a cuál timbrada, en qué momento leyó el mensaje por WhatsApp y a qué hora respondió.
También ya se está utilizando la transcripción masiva de audios, conversaciones con clientes, a texto, dijo. Y luego ese texto se analiza con técnicas de inteligencia artificial para encontrar si ciertos grupos de palabras o mensajes tuvieron correlación positiva o negativa con un resultado de cobranza, explicó Sakihama.
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