El sistema bancario incrementó sus reservas ante la mayor posibilidad de incumplimiento del pago de los créditos por parte de los clientes.
Así, las provisiones de la banca por el riesgo de incobrabilidad de los préstamos crecieron 135%, desde S/ 563 millones en febrero del 2022 a S/ 1,325 millones en similar mes de este año, según datos de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
Tal crecimiento de las reservas bancarias frente a eventuales default de clientes, contrasta con lo observado en el 2022, cuando las provisiones acumuladas ese año solo aumentaron en 22%.
Hay ciertos requerimientos legales que solicita el regulador a las entidades financieras para cubrir eventuales casos de impago de créditos, dijo a Gestión Luis Eduardo Falen, head de Macroeconomía de Intéligo SAB, que pertenece al Grupo Intercorp.
Sin embargo, el contexto local es de débil crecimiento económico y elevadas tasas de interés, por lo que aumenta la probabilidad de que el deudor no pueda cumplir con su obligación, sostuvo.
“Todo ello conduce a los bancos a ser más estrictos en sus reservas, provisionan más que lo requerido por los reguladores, y lo hacen por decisión propia para estar tranquilos”, acotó.
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¿Cuál es el impacto de protestas y lluvias en el pago de créditos?
Además, Falen refirió que las protestas observadas a finales del año pasado y en primeros meses del 2023, así como las lluvias que iniciaron en febrero, impulsaron a los bancos a tomar esa decisión.
Pese a que las reprogramaciones de deuda -autorizadas por la SBS frente a esos eventos negativos- no cambian la calificación de un cliente, estas contingencias no permiten un adecuado desempeño de la actividad económica, afectan los ingresos y dificultan el cumplimiento de deudas, aumentando el riesgo, añadió.
En la misma línea, Walter Leyva, docente de ESAN, coincidió en que las entidades bancarias vienen aumentando sus niveles de provisiones como consecuencia de la incertidumbre política, convulsión social y desastres climáticos.
Estos factores han perjudicado más a las mypes pues desaceleran las operaciones de grandes empresas y corporativos, como minería, pesca o construcción, provocando que dejen de contratar servicios de los negocios de menor tamaño, comentó.
La cadena de pagos es golpeada y se reduce la posibilidad de que los dueños de empresa paguen sus obligaciones, efecto que se refleja en un deterioro de la cartera crediticia de las instituciones financieras, complementó.
Leyva indicó que si bien la mayor parte de provisiones son por créditos a empresas, otro porcentaje es para cubrir préstamos personales. Las personas también están atravesando situaciones difíciles que podrían obstaculizar sus pagos, dijo.
Hay un efecto inflacionario pues las familias requieren mas dinero para cubrir gastos ya presupuestados, aunque sus remuneraciones no crecen, explicó.
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¿Cómo afectan las mayores provisiones a la banca y los clientes?
Los especialistas coinciden en que el incremento de provisiones pone cautelosa a la banca en el otorgamiento de crédito.
Las menores expectativas de crecimiento del país no solo ponen en peligro el cumplimiento de deudas, sino que incrementan el riesgo de los clientes al momento de solicitar un nuevo financiamiento, ocasionando que las entidades sean más estrictas en la aprobación, sostuvo Falen.
Leyva advirtió que el incremento de provisiones también castiga, en primera línea, las utilidades de las instituciones financieras, por lo que también se deteriorará su rentabilidad patrimonial.
Asimismo, anticipó que estos mayores gastos de la banca y la pérdida esperada en la colocación de créditos se podría trasladar en un alza de las tasas de interés a modo de compensación.
Seguiría tendencia de mayores provisiones
Cada vez más provisiones se observaría en los reportes financieros de los siguientes meses, coinciden en estimar especialistas.
Es una cadena de eventos que han venido incrementando el riesgo crediticio, y cada mes se reportan nuevos clientes con problemas para continuar sus operaciones y para estar al día en sus pagos, comentó Walter Leyva, de ESAN.
Por lo menos hasta abril será complicado lograr una mejoría en las operaciones de los negocios, aunque se espera que en mayo se reactiven un poco sus ventas por la campaña del Día de la Madre, detalló.
Pese a ello el riesgo continúa y se reporta cierta morosidad temprana que incluye primeros días de atraso en los pagos, por lo que es natural que las financieras busquen protegerse con sus provisiones, acotó.
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