La pandemia afectó el presupuesto de muchos peruanos. Así, en el país, el 55% de las personas podría cubrir sus gastos por menos de tres meses si llegara a perder su fuente de ingresos principal y sin pedir prestado, según un estudio del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
Bajo tales condiciones, el 55% de hombres en Perú podría cubrir sus gastos en dicho periodo, mientras que en las mujeres el porcentaje asciende a 61%, dijo Diana Mejía, especialista sénior en Inclusión Financiera de CAF.
“En el contexto de la pandemia estamos viendo mayores brechas, encontramos peores comportamientos financieros, mayores niveles de vulnerabilidad financiera y niveles más bajos de resiliencia financiera”, advirtió.
Gastos imprevistos
Además, apenas el 16% de hombres y 10% de mujeres podrían sufragar estos egresos por tres a seis meses, mientras que el 20% y 16%, respectivamente, lo haría por más de seis meses, mencionó.
Mejía detalló que la mitad de los hombres peruanos sería capaz de afrontar un gasto imprevisto (equivalente a su ingreso mensual) sin recurrir a un crédito o a familiares, comparado con un 45% de mujeres.
Los peruanos tienen diferentes estrategias para afrontar estas situaciones imprevistas o extremas, pues mientras las mujeres tienden a reducir sus gastos, los hombres prefieren encontrar maneras de ganar dinero extra, indicó.
Si bien las encuestas que arrojaron estos datos en Perú se realizaron a fin del 2019, es información que incluso se ha exacerbado durante el estado de emergencia, tomando en cuenta que el periodo de confinamiento fue superior al plazo de tres meses, precisó.
Sugirió incorporar esta información en las decisiones de política pública, pues el covid ha incidido más en la vulnerabilidad financiera de las mujeres que en los hombres.
Riesgo
Asimismo, la experta señaló que para la mayoría de peruanos sus ingresos no alcanzan para cubrir gastos.
“Se hace una pregunta relacionada con llegar a fin de mes y vemos que las mujeres tienen más dificultades que los hombres”, acotó.
Mejía afirmó que las mujeres muestran una mayor aversión al riesgo que los hombres, al igual que en Ecuador y Colombia, siendo más conscientes de los riesgos.
La mitad de los hombres estarían dispuestos a arriesgar su dinero en una inversión, frente a un 35% de las mujeres, expresó.
Sin embargo, precisó que los hombres son mucho más propensos a caer en fraudes, invertir en ‘pirámides’, proporcionar información financiera respondiendo a e-mail o llamada telefónica falsa, a ser víctimas de suplantación de identidad o a tener gastos no reconocidos en su banco o en su tarjeta de crédito.
Ahorro
En cuanto al ahorro, la especialista señaló que las mujeres tienden a guardar menos, por lo que acumulan menos riqueza, en un contexto en el que su posición en el mercado laboral es más débil.
Mejía recomendó promover la creación de sistemas de indicadores desagregados por sexo, que permitan el diseño de políticas con perspectiva de género a fin de facilitar la caracterización de las necesidades y barreras a la inclusión financiera que enfrentan las mujeres.
Gastos hormiga equivalen a compra de un carro del año
Si tiene un billete de S/ 20 o S/ 50 y prefiere no cambiarlo porque gastará el dinero sin saber en qué, entonces es probable que sus gastos hormiga lo estén afectando sin darse cuenta, manifestó Roxana Buendía, de la SBS.
Así, lo que acumula un consumidor en gastos pequeños casi invisibles en 10 años equivale a comprar un carro del año, estimó.
Además, lo utilizado en un mes representa la compra de un electrodoméstico y los gastos hormiga en un año equivalen a adquirir un juego de sala, agregó.
Por ello, mencionó, es necesario hacer un presupuesto a fin de reducir dichos gastos y fomentar nuevos mecanismos de ahorro.
Asimismo, la especialista sostuvo que si más del 30% de los ingresos se destina a pagar préstamos, el cliente se encuentra sobreendeudado.
“Si el dinero no está alcanzando para cubrir las obligaciones, es necesario buscar dos fuentes de ingreso”, aconsejó.
Fraudes más frecuentes en operaciones financieras
Hay cuatro tipos de fraude que tienen mayor incidencia en las denuncias de los consumidores, dijo Katia Peñaloza, de Indecopi.
Está el cambiazo, que consiste en el cambio de la tarjeta de débito cuando se retira dinero del cajero o al momento de pagar, así como el robo del código de seguridad de la tarjeta de crédito, señaló.
Además, figuran los mensajes de alerta que indican una operación en trámite o el cobro de algún bono, mencionó.
El cuarto es el recojo de tarjetas, que consiste en llamar al titular de la tarjeta a fin de quitarle el interés por usarla y que opte por “devolverla” a algún falso empleado del banco, manifestó en el marco de la Semana Mundial del Ahorro, organizada por la SBS.