Tras decretarse la pandemia de coronavirus en el 2020, la Conmebol asumió una postura cautelosa y postergó para el año siguiente la Copa América, la primera que iba a organizarse en dos sedes, Argentina y Colombia.
Pero en el 2021 la situación sanitaria se agravó y los problemas sociales que trajo aparejados forzaron a los anfitriones a bajarse de la organización. A menos de dos semanas de su inicio, la entidad sudamericana mudó la Copa América a Brasil, el tercer país más afectado del mundo por el COVID-19.
A continuación, algunas de las razones por las que la Copa América se jugaría en el actual epicentro mundial de la pandemia:
¿Qué es la Copa América?
Es el torneo continental de selecciones más antiguo del mundo. La primera se jugó en 1916. Participan Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela. A partir de 1993 se empezó a invitar seleccionados de otras confederaciones. La última edición se disputó en Brasil en julio del 2019 y el campeón fue el anfitrión.
¿Se puede cancelar el torneo?
El certamen ya se había cancelado en el 2020 cuando se declaró la pandemia. Si bien los casos y las muertes se multiplicaron este año por la segunda ola de coronavirus, la Conmebol no acepta suspenderla entre otras razones por compromisos comerciales ya asumidos.
Una fuente de Conmebol que pidió reserva de identidad para hablar sobre el asunto dijo que los contratos por derechos de televisión para difundir la próxima Copa América a más de 150 países se firmaron en su mayoría antes de la pandemia y no contemplan su cancelación por esta circunstancia.
La Conmebol repartió unos 95 millones a sus asociaciones en el 2020 para sobrevivir al paralización de varios meses por la pandemia. La Copa América representa una inmejorable oportunidad para aumentar sus reservas teniendo en cuenta que en la edición 2019 facturó US$ 118 millones por derechos difusión, patrocinio, licencias, y boletería, según el balance presentado por la entidad.
¿Corre riesgo la salud de los jugadores?
Conmebol aduce que el fútbol profesional es una de las actividades más seguras en pandemia ya que se rige bajo estrictos protocolos sanitarios y los jugadores son sometidos a frecuentes pruebas de COVID-19. Reportó que las pruebas realizadas a jugadores, árbitros y personal operativo en sus competencias arrojaron 99% resultado negativo.
No obstante, hubo casos como el club argentino River Plate con un brote que afectó a más de 20 jugadores el mes pasado. A su vez, Chile acaba de perder al volante Arturo Vidal, una de sus máximas figuras, por COVID-19 antes del reinicio esta semana de las eliminatorias al Mundial 2022. La misma razón provocó que Uruguay prescindiera de su goleador histórico Luis Suárez cuando enfrentó a Brasil en las eliminatorias el pasado noviembre.
El sindicato internacional de futbolistas Fifpro advirtió que la disputa de la Copa América “podría tener implicaciones graves para la salud de los futbolistas profesionales, el personal y el público en general”.
La entidad sudamericana había prometido que todas las delegaciones estarían vacunadas gracias a la donación de 50,000 dosis de la farmacéutica china Sinovac. Hasta el momento el operativo no se completó dado que algunas selecciones como Argentina no recibieron la autorización del organismo sanitario local para recibir las dosis.
En una misiva de respuesta a Fifpro, el presidente de la Conmebol Alejandro Domínguez sostuvo que la Copa América “será jugada sin público, en riguroso cumplimiento de protocolos sanitarios tanto de Conmebol como de Brasil, que incluyen una burbuja sanitaria estricta, por lo cual mal podrían estar en riesgo nuestros jugadores, el personal operativo y mucho menos el público en general”.
¿Alivio o provocación para Sudamérica?
Alejandro Domínguez ha dicho que el fútbol, el deporte más popular de Sudamérica, debe convertirse en un bálsamo para las sociedades castigadas por la pandemia. Sin embargo, fue el rechazo popular a la competencia en el actual contexto de crisis sanitaria y económica lo que empujó a los gobiernos de Colombia y Argentina a bajarse de la organización.
En Brasil, el presidente Jair Bolsonaro y su gobierno enfrentan también críticas por parte de congresistas locales y expertos sanitarios por la decisión de montar el torneo en un país que tiene la segunda mayor cantidad de decesos en el mundo.
¿Sudamérica en desventaja para mundial?
“Pensando en lo deportivo es algo muy importante jugarla (la Copa América) porque es un año antes del mundial y es clave para que nuestras selecciones se pongan a punto”, declaró días atrás Gonzalo Belloso, secretario general adjunto de fútbol y director de desarrollo de la Conmebol.
Si se toma como espejo a Europa, las selecciones sudamericanas llegarían con menos rodaje al Mundial de Qatar 2022. Mientras la Eurocopa de este año va viento en popa, una suspensión de la Copa América dejaría a sus equipos con las eliminatorias sudamericanas como única competencia oficial antes de la Copa del Mundo.
La Conmebol resolvió que la Copa América se juegue cada cuatro años como la Eurocopa y así coordinar los calendarios para disponer de las grandes figuras sudamericanas que juegan en el Viejo Continente.