Paramount anunció este miércoles un nuevo retraso para “Mission: Impossible 7” y “Top Gun: Maverick” debido a la incertidumbre que sigue reinando en los cines por la pandemia y, en particular, por la expansión de la variante delta del coronavirus.
“Top Gun: Maverick”, la secuela del clásico ochentero “Top Gun” (1986) que iba a llegar a las salas de Estados Unidos el 19 de noviembre del 2021, no verá la luz hasta el 27 de mayo del 2022.
Esa fecha era la que ocupaba hasta ahora “Mission: Impossible 7”, por lo que esta cinta de acción no desembarcará en las pantallas de Estados Unidos hasta el 30 de septiembre del 2022.
Estas dos películas protagonizadas por Tom Cruise son las bazas más potentes de Paramount para el futuro inmediato y sus continuos retrasos son un buen termómetro del nerviosismo que sigue marcando el día a día en Hollywood durante la pandemia.
Por ejemplo, si “Top Gun: Maverick” no se hubiera topado con el coronavirus tenía que haber llegado a los cines el 26 de junio del 2020.
Paramount también aplazó hoy la película “Jackass Forever” del 22 de octubre de este año al 4 de febrero del próximo.
Resulta muy significativo cómo anunció Paramount estos tres retrasos, ya que la pasada semana este estudio acudió a CinemaCon, la cita de negocios más importante de la gran pantalla, y no dio ninguna pista a los exhibidores y propietarios de salas de cine de que había posibles aplazamientos encima de la mesa.
El aumento de los casos de coronavirus en Estados Unidos y el inconsistente rendimiento de los cines a lo largo del verano han sembrado dudas en la industria del cine, que, tras un 2020 de salas cerradas durante meses, confiaba en remontar en 2021.
Las nuevas propuestas de “Top Gun” y “Mission: Impossible” fueron dos de las numerosas superproducciones que aplazaron su lanzamiento hasta que la pandemia estuviera más controlada y hasta que aumentara el porcentaje de población vacunada.
Sin embargo, el repunte de casos por culpa de la variante delta podría arruinar los planes de recuperación de Hollywood y alterar, una vez más, el calendario de estrenos.
A todo esto hay que unirle la intensa discusión entre las salas y las plataformas de “streaming”, un debate crucial en el que tanto la distribución como la exhibición se juegan su futuro.