Redacción Gestión

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Para muchas personas, trabajar en cualquier área de Google puede ser una meta lejana pero emocionante. Considerando que ocupa el primer lugar en el ranking de las 100 mejores empresas para trabajar de la , Google se da el lujo de elegir a los más talentosos empleados gracias a una serie de preguntas 'inusuales' que incluso no tienen una respuesta definitiva, pero sí una 'más adecuada'.

El escritor William Poundston publicó este año su libro , que sirve de guía para solucionar las preguntas más desafiantes del gigante tecnológico y otras de las mejores compañías de EE.UU. Según el manual, editado para un , muchas compañías han decidido por hacer trivias sobre su propia organización.

CapciosasLos retos mentales de respuesta abierta son característicos de Google, para medir la flexibilidad creativa e incluso el potencial emprendedor. Por ejemplo, para "¿cómo pesar un elefante sin una balanza?" no hay respuesta correcta, pero debería tener una fácil explicación aunque el proceso sea complejo.

Una solución: meter el elefante a una barca. Esto hará que la nave se hunda varios centímetros en el agua. Se marca una línea en el casco de la barca para señalar hasta donde llega el agua y luego se cambia al elefantes por sacos de 100 kg de arena (o lo que esté a la mano) hasta hundir la nave al nivel señalado por la línea. El elefante pesara la cantidad de arena en los sacos.

Otro ejemplo, también utilizado por varias firmas de Wall Street, tiene que ver con el sentido de competencia. En el caso, usted y un vecino venderán algunas cosas usadas en la puerta de sus garajes. Ambos venderán un mismo objeto, de idénticas condiciones, pero usted lo ofertará en US$ 100 y el de al lado en US$ 40. "¿Qué haría para evitar esa venta barata, especialmente cuando no es tan amigo del vecino?" es la pregunta filtro.

La respuesta amigable sería decirle al vecino que está perdiendo dinero al vender ese objeto por US$ 40. Pero aun si ambos lo venden a US$ 100, el comprador elegirá solo uno y el otro objeto no será vendido. Por eso, la real solución es sacar al vecino del mercado comprándole el objeto al precio pequeño que él ofrece. De esa manera, la venta que haga de su objeto será solo ganancia y en el futuro también podrá vender la nueva adquisición.

La reclutadora Paula Tyme concluye en que, a veces, la creatividad no es más que sentido común.