Redacción Gestión

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Delegar no es fácil.

No es fácil confiar y tener la plena seguridad de que esa (la que era tuya y ya tenías experiencia en concretarla) ahora está a cargo de otra persona. Por supuesto, el delegar no significa desentenderse del proceso, todo lo contrario, tienes que responder por los resultados de la tarea y por el trabajo de la otra persona. A nadie le gusta tener más responsabilidades, sobre todo si crees que puedes hacerlo solo.

Según Victor Hugo Manzanilla, autor del blog , la mayoría de los problemas al momento de delegar se debe a la inseguridad y hace un listado de otros obstáculos que no permiten que desarrollemos esa confianza tan necesaria en esta nueva era de , donde trabajar en equipo es uno de los principales activos de la cultura organizacional:

1. Creemos que solo nosotros podemos hacerlo bien: Si crees que tu estándar es el único y el más adecuado, entonces no lograrás un buen nivel de confianza en tu equipo y, en consecuencia, no ayudarás a que aprendan y crezcan.

2. Si lo hacemos nosotros, resaltamos y nos convertimos en indispensables: Como lo mencionamos líneas arriba, la capacidad de colaboración en el trabajo es lo que resalta a los mejores líderes. Creer que destacarás por hacerlo todo solo no demuestra que puedes ser un buen líder.

3. Tenemos miedo a perder el control: Piénsalo por un momento, si escoges a la persona adecuada y de más confianza para delegarle tareas que eran tuyas, entonces no estás perdiendo el control de nada, porque la persona responderá de manera positiva y se mostrará más activa al percibir la confianza.

BENEFICIOS

Los beneficios que Víctor Hugo Manzanilla resalta son los siguientes:

  • Inviertes tu tiempo en las tareas en las que tú agregas más valor (Ejemplo: estrategia y análisis).
  • Distribuyes la carga de trabajo de una forma balanceada en tu organización.
  • Desarrollas a tu equipo. Los llevas al siguiente nivel.
  • Aumentas el compromiso de tu organización porque se sienten parte del proceso.

Un buen líder sabe quiénes conforman su , conoce sus fortalezas y debilidades. Por lo tanto, sabe delegar de la mejor manera para que todos puedan crecer en base a las oportunidades que se les da. La desconfianza solo lleva a que el equipo pierda unidad y a que los integrantes pierdan interés en trabajar.

Para terminar, Manzanilla deja dos preguntas claves para analizar antes de delegar tareas a una persona:

  • ¿Confío en su capacidad?
  • ¿Está motivado a completar la tarea?

"Siempre recuerda que si tu objetivo es crecer y convertirte en un mejor líder, cada vez más vas a tener que invertir tu tiempo en desarrollar a otros y entregarles mayor responsabilidad. Si aprendemos el poder de delegar no sólo estaremos ayudando a nuestro equipo a elevarse a un nuevo nivel de desempeño, sino también liberando nuestro tiempo para actividades en las cuales nosotros podemos impactar la organización de una manera mucho mayor", finaliza el blogger.