Alexandra Bonnemaison, Gerente de Audi Perú
“No podemos dar nada por sentado”
La ejecutiva expresa que, a pesar de las muchas alternativas online para mantenerse en comunicación, extrañó principalmente el contacto con su equipo, familia y amigos. Ella considera que desde ahora deberemos ser muy cautelosos con la nueva normalidad que toca vivir. Agrega que situaciones como esta dan claridad sobre las prioridades, la salud. “Hay que prepararse para los viajes de la vida, ver oportunidades en cada cambio de timón y continuar”.
“Hemos fortalecido la unidad”
Juan José Marthans, Director del Área de Economía de PAD
Marthans León considera que, a pesar de la adversidad, esta circunstancia le permitió a muchos interactuar con sus familias. “Lo hacíamos regularmente, pero lo hemos fortalecido”, confiesa. Expresa que extraña las reuniones con empresarios y directivos en donde discutía a detalle el acontecer del entorno macroeconómico del Perú y el mundo. El aislamiento social también implicó para él un aprendizaje en cuanto a las nuevas formas de trabajo.
“Aprendamos a vivir el presente”
Renzo Garibaldi, Propietario de Osso
Lo que ansía Garibaldi es reencontrarse con sus hijos y disfrutar de la experiencia del restaurante. Extraña tener la libertad de ir a donde él guste sin limitaciones. Confiesa que fue lo más complicado de aceptar durante la cuarentena. Esta experiencia es un aprendizaje para él respecto al tiempo y espacio que se le dan las cosas que causan felicidad. “No esperemos por abrir la mejor botella de vino, cocinar o prender la parrilla. Disfrutemos hoy”.
“Eché de menos el café y las risas”
Rosario Flórez, Gerente general de Viajes Rosario
“Pensaba que todo estaba bajo control y la vida me dio un vuelco”, afirma Flórez. Cuenta que en estos días extraña las conversaciones cotidianas con su equipo de trabajo y familia. La cuarentena le permitió aprender a ver lo esencial de la vida y valorar lo que tiene. “Intento ser más solidaria y tolerante”. Asegura que también se queda con una lección en cuanto a las nuevas formas de vincularse a distancia.
“Nos toca vivir esta nueva normalidad”
Urpi Torrado, CEO de Datum Internacional
“Quisiera darle un abrazo a mi papá, mi mamá y mi hermana”, confiesa Urpi Torrado. Ella explica que lo vivido es una lección para recordar la importancia de las relaciones interpersonales y la salud. Aunque no tuvo problemas para trabajar desde casa, expresa que extraña la dinámica natural. Torrado cuenta también que la pandemia interrumpió planes importantes por los que trabajó durante tiempo. Entre ellos la conferencia latinoamericana de Esomar, con sede en el Perú.
“Extrañé la interacción con mis alumnos”
Jorge González, Profesor de Economía de U. del Pacífico
González Izquierdo cuenta que lo primero que hará cuando se levante la emergencia será realizar todas sus exigencias personales y profesionales pendientes. Expresa que entre los aprendizajes que le deja la crisis está la importancia de realizar reformas estructurales en educación, salud, instituciones del Estado, sector financiero. Agrega que durante el aislamiento social extrañó dar clases en la universidad de manera presencial, interactuando con sus alumnos.
“La interacción es irremplazable”
Luis Rivera, CEO de Gold Fields Americas
“Extraño la posibilidad de abrazar a mis compañeros de trabajo y familia”, confiesa Rivera. Afirma que tras la emergencia seguirá estrictamente con el cumplimiento del distanciamiento social y maximizará sus comunicaciones a través de Internet. “Los riesgos siguen altos”. La situación es aleccionadora para el ejecutivo en tanto a la forma de hacer negocios de manera remota. Sin embargo, recalca que somos seres sociales y la interacción no puede ser remplazada.
“Disfruté de un vino virtual”
Álvaro Rodríguez-Larraín, Gerente general de Cisco
“Al salir de la cuarentena iré a comer un ceviche de pescado y pulpo con mucho ají limo”, afirma el ejecutivo. Incluso, tiene pensado el lugar. Este tiempo le enseñó sobre el disfrute de cosas básicas como preparar una pizza con sus hijas o desayunar con su esposa. La pandemia le permitió darse cuenta de que “el egoísmo, el respeto y la conciencia no tienen clase social”. Agrega que la gran labor de las FF.AA y los doctores le dan la tranquilidad de que “sí podemos ser mejores”.