El gran consumo de entretenimiento a través de internet, la consolidación del metaverso cómo herramienta de formación en empresas y mercadeo y el crecimiento del gaming están generando cambios en el ecosistema de Internet. En términos tecnológicos, la latencia jugará un papel muy relevante.
“Cada vez tiene mayor relevancia la conectividad, pues es la forma en que se está midiendo la real calidad de la red. Para el usuario común ya no basta con tener acceso a Internet, este tiene que ser de la mejor calidad, rápido y soportar las aplicaciones de tendencia”, afirma Miguel Poveda, Product Manager de conectividad de InterNexa.
Por su parte, Jorge Gómez, Product Manager de cloud y datacenter de la empresa, estima que en este 2023 habrá una fuerte tendencia hacia los servicios de almacenamiento y backup y cada vez más con capacidad de inmutabilidad, que permita proteger la información de los clientes ante ataques tan agresivos como el ransomware.
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Los beneficios
Según los expertos, los servicios de nube benefician a las organizaciones desde el modelo de costos, es decir, cuando una organización decide ir a la nube de un operador local o de una nube pública o incluso su combinación (modelos híbridos), pasa de un modelo de Inversión (Capex) a modelos de pago por servicio (Opex) eliminando la carga operativa que implica la gestión de activos, contratos de soporte, la operación y su obsolescencia.
Además, dinamiza el negocio al tener un modelo de TI cuya elasticidad le permite decidir qué y cuántos recursos y aplicaciones requiere para operar de forma eficiente y rápida; obtiene los beneficios de las nubes locales como son la cercanía, y seguridad y la globalidad de los servicios de nubes públicas.
Asimismo, elimina los costos ocultos como son el soporte y operación de centros de datos y potencializa los niveles de seguridad, aplicando nuevas y mejores herramientas que las nubes públicas ofrecen.
“Uno de los pasos más estratégicos para tomar la decisión de ir a la nube, es realizar un proceso de evaluación y diagnóstico para determinar qué cargas de trabajo deben viajar a la nube pública, cuáles deben quedarse en una nube de un operador local y por qué no, cuáles deben permanecer en premisas por alguna restricción técnica o por el ciclo de vida de equipamiento de TI que aún se encuentre vigente”, indica Poveda.
Cabe mencionar, que la productividad de las empresas se puede elevar al crear un ecosistema digital que garantice que el acceso a la información por parte de los clientes y empleados se haga de la forma más rápida posible, para ello es fundamental la conectividad y disponer de la información en la nube, lo que genera gran flexibilidad y capacidad de adaptarse de forma dinámica frente a cambios en el negocio.
“Este ecosistema digital también debe contar con seguridad que garantice la integralidad de la información y por supuesto analítica que permuta tomar mejores decisiones en función de las variables de productividad o negocio”, finaliza.
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