Alexander Vik es un empresario noruego que en el año 2004 se propuso crear un viñedo que cosechara un vino único. Dos años después, compró 4,325 hectáreas en el Valle de Millahue, en San Vicente de Tagua, Chile, para echar a andar su sueño.
Muchos años después, los tres productos que se producen en Viña Vik han alcanzado grandes puntajes, según la crítica. La línea de Vik, por ejemplo, tiene 92 puntos de acuerdo a Wine Spectator. Similares puntuaciones obtuvieron también Milla Cala y La Piu Belle de acuerdo a otros expertos y medios del vino.
Desde hace poco más de un año, los productos de Vik están en Perú. Héctor Moya, Brand ambassador de Vik en la región, conversó con Gestión al respecto.
¿Por qué elegir a Perú como mercado para un producto de alta gama?
Perú se ha vuelto un mercado muy interesante porque los consumidores están invirtiendo más y quiere conocer más sobre vino. Se ha abierto un abanico de opciones al probar no solo vinos europeos, sino vinos argentinos y chilenos. Hemos tenido gratas sorpresas.
¿A qué se debe?
Primero por la gastronomía, hay coherencia entre la calidad de nuestros vinos y los restaurantes que hay aquí. Hasta hace cinco años, el consumidor peruano consumía menos de 1 litro per cápita.
¿Hoy cuánto consume?
Creció bastante y están por encima de los 2 litros. Los peruanos también se han vuelto más abiertos a salir de lo convencional.
¿Y si nos comparamos a otras partes de la región?
En Chile el consumo per cápita es de 10 litros . Colombia es un mercado bastante grande para los vinos chilenos, pero es un mercado masivo. Es decir, que se venden vinos más económicos. Ellos deben estar en 2 o 3 litros per cápita.
¿Por qué crece el consumo de vino en la región?
Tanto Chile, Argentina como Perú somos países productores de vino, pero antes creíamos que la cultura del vino es solo europea. Ahora apostamos por nuestros propios vinos pero más caros. Hay una intriga por saber qué hay detrás de una botella de US$200.
¿Cuánta participación tiene Perú en sus ventas?
En Latinoamérica nuestro mayor mercado es Brasil, luego sigue Paraguay, después México y Colombia, después Uruguay y Perú. Luego los demás.
Tiene 32 años y 10 años en este negocio, ¿qué tan complejo ha sido para usted vender un vino de alta gama?
Hoy es más fácil. Antes era complicado negociar con un niño de 22 años. No te tomaban mucho en consideración, pero tuve buenos mentores. Más allá de eso, los vinos hablan por sí solos. Es más fácil cuando los potenciales clientes lo prueban. Pero aun así, el estudio de mercado por cada país es muy importante.
¿Qué caracteriza a los vinos de Viña Vik?
Tenemos tres vinos. Milla Cala es muy gastronómico. Puede ir con un pedazo de carne, con un risotto o un salmón a la parrilla. Por idiosincrasia nos dicen que el vino blanco va con pescado y el tinto, con carne. Pero hoy se puede beber un vino tinto con pescado, siempre y cuando este no tenga limón. Milla Cala es un vino para el día a día. La Piu Belle, de otro lado, es un vino más sedoso, que hace un buen maridaje con patos o aves de casa. Es para una buena ocasión, algo más especial.
¿Cuál es su producción?
No hacemos muchas botellas al año. La cosecha del 2012 fue de 43,000 botellas de Vik, 144,000 de La Piu Belle y 180,000 de Milla Cala. Tenemos 4,300 hectáreas en total, 320 hectáreas plantadas y por plantar podemos llegar a 1,820 hectáreas. Nuestra bodega fue hecha para hacer 5 millones de litros, pero el litraje que hacemos es mucho menor porque apuntamos a la calidad. No queremos ser masivos.
¿Cuál es el consumidor más difícil de llegar?
El de Centroamérica. Es un país que consume mucha cerveza porque es muy caluroso, como lo es Ecuador y Colombia o el Perú en verano. Pero aun así, en cinco años la cultura de estos países ha dado un giro para el mundo del vino.
¿Cómo acercarlos al vino?
Recomiendo entrar por los vinos blancos y rosé, por los vinos más frescos.
¿Y en vinos tinto?
Con un Pinot Noir, que se puede tomar más fresco. A partir de allí se puede empezar a probar otras cepas.
¿Quiénes compran vinos VIK?
Antiguamente era un rango de edad entre los 40 a 60 años, personas con un poder adquisitivo muy alto porque estamos hablando de botellas de US$50 a más. Pero hoy por un tema de querer saber, de curiosidad, se ha volcado desde los 32 hacia arriba.
Los millenials son los nuevos consumidores…
Ellos apuestan bastante. Por eso en el mundo del vino se han hecho hartos cambios y han ingresado nuevos productos.
¿Cómo cuáles?
En Francia, por ejemplo, aparecieron los vinos en lata. En Chile también se hace lo mismo, pero hablamos de un consumo masivo, de un vino de baja calidad.