Menús inspirados por chefs con estrellas Michelin, cartas de vino seleccionadas por prestigiosos expertos, son cualidades que asociamos a restaurantes lujosos, pero nunca a la bandeja que se sirve a 10.000 metros de altura, hasta ahora. Algo está cambiando en lo el catering se refiere, al menos a bordo de las aerolíneas que cada año luchan por mantenerse en el perseguido top 10 de los cielos.
El premio anual a la excelencia de The ArlineRatings.com eligió a Qatar Airlines como la aerolínea con el mejor catering del mundo. La web recoge el criterio de los expertos de la industria, que cada año analizan aspectos como la edad de las aeronaves, inversión, producto, entre doce categorías más.
Una propuesta distinta
Su oferta gastronómica se basa en una experiencia a la carta, tanto en la clase turista, como en las clases superiores. En un reciente vuelo Madrid-Doha (junto con Barcelona, la capital tiene tres vuelos al día a la ciudad catarí), los pasajeros de cabina (desde US$ 272 por trayecto) elegían los platos entre una selección que iba de un pollo kabsa a una ternera a la brasa con salsa de setas, pasando por un risotto con guisantes de la huerta. El pan era una focaccia, detalló el portal El Mundo.
De postre, ganache de chocolate y bombones Godiva. Desde abril de este año, la aerolínea está introduciendo en sus vuelos de larga y ultralarga distancia unos menús nuevos, que incluyen el horario de servicio, para que los pasajeros puedan planificar su viaje.
La principal diferencia con los que viajan en business o primera clase, es que estos últimos no tienen horarios. "En cualquier momento y en el orden que quiera", reza el menú antes de detallar cada plato. Lo más atractivo es el desayuno: smoothies de frutas; yogur griego con compota de fruta de la pasión y granola; tortilla de cebolla, tomate, champiñones y espárragos... Además, durante todo el vuelo (unas 7 horas entre Qatar y España), el pasajero puede pedir desde una merienda con té y scones hasta un plato de minihamburguesas de ternera. Básicamente se puede estar comiendo durante buena parte del vuelo.
La sesión culinaria mejora aún más en las llamadas QSuites. Este verano estaba disponible en los vuelos estacionales entre Málaga y Doha, pero no ha llegado aún a los vuelos desde Madrid y Barcelona. Son espacios para la clase business que incluyen una cama doble, describió El Mundo. Cuentan además con paneles que permiten a los pasajeros de asientos contiguos crear su propia habitación y, por lo tanto, juntarse para trabajar, socializar o comer. Quizá inspirándose en las tapas españolas, Qatar ofrece aquí aperitivos para compartir durante sus vuelos. Lo que haga falta para no dar tregua a la competencia.