El futuro de la movilidad de seres humanos será eléctrico y cada vez con menos vehículos bajo propiedad de una sola persona, según plantea el Centro de Innovación e Ingeniería para la Industria (CEIIA) basado en la localidad portuguesa de Matosinhos (Oporto, norte).
Ese fue el mensaje que quiso trasladar su director, Miguel Sá Pinto, a los jóvenes iberoamericanos del proyecto Vuelta al Mundo que desde el 21 de julio recorren parte de España y Portugal en un viaje que homenajea la primera circunnavegación del mundo (1519-1521).
“Los jóvenes de mi época esperábamos cumplir 18 años para tener un coche, era lo único que queríamos, pero vosotros no queréis eso, queréis servicios, transportes que os permitan desplazaros de otra manera, cuidando del planeta”, les dijo Sá Pinto a estos expedicionarios de entre 18 y 20 años.
El CEIIA fue fundado en 1999 y ha trabajado junto a grandes marcas de coches como Ferrari o McLaren o con compañías aeronáuticas como la brasileña Embraer para generar una tecnología más eficiente y responsable con el medio ambiente.
La empresa trabaja en tres ejes, mar y espacio, aeronáutica, automóvil y movilidad, todos ellos atravesados por una mirada de preservación del medio ambiente y sostenibilidad.
De sus oficinas salió el primer coche eléctrico portugués, llamado Buddy, que desarrollaron en el 2009 junto a una empresa holandesa que se encargó de venderlo en su país.
“Nos decían que estábamos locos, que no había mercado para venderlo, pero fuimos creciendo y desarrollamos los cargadores, los puntos de carga...”, explicó.
Durante la pandemia crearon respiradores para paliar la escasez de estas máquinas en los hospitales del país y actualmente centran parte de su trabajo en bicicletas eléctricas de uso compartido o en proyectos de futuro como una suerte de dron que, uniéndose a un coche, puede convertirlo en un helicóptero.
No necesitamos un coche individual
El director del centro insistió en que actualmente no necesitamos un vehículo privado para cada persona y recordó que existen alternativas para desplazarse distintas al coche privado y el transporte público.
“En el futuro no puede haber coches en propiedad, el automóvil del futuro será compartido en uso y en propiedad, no necesitamos tener coches que usemos una hora y estén ocho horas parados”, ejemplificó.
A su juicio, lo que precisarán las generaciones actuales y futuras serán “servicios de calidad para moverse dentro de la ciudad”, que funcionen gracias a energías renovables tales como “el hidrógeno o la solar”.
La visita de hoy de los jóvenes de la Vuelta al Mundo fue especialmente interesante para Ramón, expedicionario español y estudiante de Ingeniería Industrial, que no perdió detalle de la explicación.
“Me ha encantado porque es un ejemplo real de innovación, creo que nunca había visto un centro de innovación como tal”, contó.
Para Ramón conocer este centro fue además “un motivo de esperanza” de que una empresa de innovación pueda existir fuera de las grandes potencias tecnológicas.
“No está en Estados Unidos o en China, está en Portugal, aquí al lado de España y trabaja gente joven, de unos años más que yo, que habrán estudiado cerca y pueden desarrollar su carrera sin tener que irse de su país”, aplaudió el joven.