Hace tiempo los gamers dejaron de ser los haraganes de la casa. De hecho, es entretenimiento sano. En algunos países, hasta son profesionales.
Todo comenzó con StarCraft. Terminaban los años 90 y Blizzard decidió revolucionar el mundo. El juego de estrategia fue un boom global y marcó el inicio de los e-sports.
Sí, leyó bien: los videojuegos pueden calificar como e-sport. Hoy los frontrunners en esta categoría son Dota 2 y League of Legends. Pero vamos por partes. ¿Qué es un e-sport?
No cualquier juego califica en la categoría. Para obtener la etiqueta es que aquí requieres entrenamiento, un equipo de cinco contra cinco, y bastante dedicación. De hecho, estos gamers son profesionales.
Profesionales quiere decir que viven de ello. De hecho, el ex equipo peruano Infamous clasificó a The International (un evento de Dota 2 con más de US$ 20 millones en premios). Y este equipo ya facturaba US$ 90,000 en su último año de vida.
Camino gamer
Acá en Perú el fenómeno no pasa desapercibido. El mercado de los e-sports, y en especial de Dota 2, es inmenso. De hecho, mueve US$ 600 millones al año.
Pero el tema del día no es este nicho, sino los jugadores. ¿Cómo se vuelven profesionales?
Según Luis Carrillo, gerente de Live Media, para llegar a ser un pro, deben pasar cinco años, por lo menos. Sí, lo mismo que una carrera universitaria.
Y no es descabellado ni una pérdida de tiempo. En el boom Starcraft, por ejemplo, el jugador promedio koreano ganaba más que el trabajador promedio en el mismo país.
El e-sport nacional es Dota 2. Este juego (al igual que todos los principales) es un MOBA, que significa Multiplayer Online Battle Arena; es decir, estadio de batalla multijugador en línea.
En pocas palabras, uno elige un personaje, arma un equipo con gente alrededor del mundo y enfrenta al equipo oponente hasta la muerte..., dentro del juego, por supuesto.
Los gamers peruanos tienen entre 14 y 25 años, y pueden jugar en un lan center (cabina de Internet especializada) o su propia casa. En el caso de los 'doteros' profesionales, la norma cambia.
"Los 'pro' tienen sus propios 'gaming house'. El dueño del equipo alquila una casa o departamento, y es aquí donde el equipo entrena, convive, duerme, estudia, etc.", explicó Carrillo.
Rompiendo paradigmas
El número de gamers en Perú seguirá creciendo en los próximos años, señaló. Y es importante dejar atrás los prejuicios relacionados a los videojuegos.
"El gamer no es el chico retraído que no quiere salir de su casa. Son chicos que estudian o ya se han graduado y que, simplemente, decidieron jugar videojuegos como su actividad de recreamiento", añadió.
Y este boom de los videojuegos, observó Carrillo, no solo se debe a que son divertidos, sino la misma seguridad que ofrece un lan center.
"Para los padres es una tranquilidad que los chicos se queden en casa jugando o en un lan center, porque saben dónde están", anotó.