(Bloomberg).- El Departamento de Seguridad Nacional de (DHS, por sus siglas en inglés) no está activamente considerando expandir la prohibición de las computadoras portátiles y otros aparatos electrónicos en las cabinas de los aviones en vuelos que se originen de Estados Unidos hacia otras naciones o en tramos domésticos, dijo hoy un portavoz.

El DHS ha estado en conversaciones con funcionarios de la Comisión Europea en relación a la extensión de su prohibición para los dispositivos electrónicos, los que sean más grandes que un smartphone, de las áreas de pasajeros en los vuelos hacia Estados Unidos que se originen en Europa a pesar de objeciones de otras naciones.

La agencia ha prohibido los dispositivos en vuelos desde 10 aeropuertos de Oriente Medio y el norte de África desde el 21 de marzo por miedo a que los terroristas puedan esconder ahí explosivos.

El secretario del DHS, John Kelly, no ha llegado a una decisión sobre si ampliar la prohibición a Europa, dijo el portavoz David Lapan en una reunión informativa. Por lo menos por el momento, tampoco se ha considerado expandirlo a vuelos que salen desde aeropuertos estadounidenses, ya sea para viajes internacionales o domésticos, agregó Lapan.

"Tomaremos la mejor decisión para los intereses de Estados Unidos y según la autoridad del secretario", dijo.

Los funcionarios europeos se reunieron el martes en Washington con sus homólogos de DHS en lo que Lapan describió como discusiones "de nivel técnico" sobre una posible expansión.

DHS ha insistido en que los reproductores de DVD, las tabletas y las laptops se guarden en las maletas de los pasajeros y se transporten en la bodega de carga de los 10 aeropuertos de su orden inicial.

Aunque muchas aerolíneas se están preparando para una ampliación de tales restricciones a los vuelos desde Europa a Estados Unidos, la Unión Europea ha expresado su preocupación y la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, un grupo comercial que representa a 265 transportistas, dijo que podría representar un costo para los viajeros de más de US$ 1,000 millones.