Real Academia de Bellas de San Fernando
Real Academia de Bellas de San Fernando

Un museo imaginario se ha instalado temporalmente en las salas de la Real Academia de Bellas de San Fernando, en Madrid. En él, obras de artistas latinoamericanos contemporáneos de la colección Hochschild dialogan con Zurbarán, Goya o El Greco.

Comisariada por el poeta e historiador Luis Pérez-Oramas y la catedrática y académica Estrella de Diego, la iniciativa forma parte de la programación de Perú en La Feria de Arte Contemporáneo de Madrid (ARCO 2019) e incluye principalmente obras de artistas peruanos, pero también del resto del continente.

Un lienzo de la peruana Sandra Gamarra titulado "En orden de aparición" inaugura el recorrido, que se extiende por las tres plantas del edificio y da nombre a la exposición, porque evoca ese museo imaginario que ha inspirado a los comisarios.

Se trata de un autorretrato de la artista de espaldas, como espectadora de un museo en el que las obras colisionan entre sí y sugieren nuevos caminos. Al fondo, asoma suntuoso un retrato de fray Jerónimo Pérez, de Zurbarán.

La idea de este vaivén no es caprichosa sino que obedece a "una realidad de permanente comunicación y encuentro" entre artistas latinoamericanos y españoles, indicó Pérez-Oramas.

"El sueño del caballero", del maestro del Siglo de Oro español Antonio Pereda, que evoca el carácter efímero de los placeres terrenales, convive con un bodegón real del colombiano Rosemberg Sandoval, reconstruido a partir de piezas recogidas del escenario de un atentado en Cali, y con otro pintado por el chileno Adolfo Couve.

Una de las joyas de la pintura virreinal peruana, anónima del siglo XVIII, "Nuestra señora de Cocharcas", profusamente ornamentada con motivos florales, aparece cerca del "Cristo Crucificado", de Alonso Cano.

Y la sala dedicada a obras monumentales de Goya, que alberga retratos de Manuel Godoy o La Tirana, acoge ahora también una pieza emblemática del periodo informal del artista germano-mexicano Mathias Goeritz, vinculada a su interés por textos bíblicos y mesiánicos.

En la segunda planta destaca un rompecabezas de Teresa Burga, la más significativa artista conceptual peruana, que muestra la forma de un cerebro multicolor, metáfora del intelecto femenino custodiada por una Ariadna dormida, vaciado de una escultura helenística encargado por Velázquez para Felipe IV.

Y un guiño a Marcel Duchamp a través de la obra "Calvin Tomkin's Fountain", de Jerry Martin, que se inspira en el famoso urinario que presentó el francés en el salón de los independientes de Nueva York en 1917.

La tercera planta del museo está consagrada a las artes modernas. En este caso destacan las obras de tres escultoras iberoamericanas de finales del siglo XX que prestan especial atención a la estructura: la colombiana Feliza Bursztyn, la mexicana Helen Escobedo y la germano-venezolana Gertrud Goldschmidt.

El recorrido se cierra con la sala dedicada a Picasso, Julio González y Juan Gris dando la bienvenida al uruguayo Joaquín Torres García y su obra "Formas abstractas ensambladas".

En última instancia, esta muestra que podrá visitarse hasta el 21 de abril, es una invitación a reflexionar sobre la posibilidad de ampliar las narrativas de la historia del arte a través de estrategias que superen las cronologías y revelen analogías temáticas o formales no intencionadas.