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Desde Da Vinci hasta una muestra interactiva sobre astronomía. Los recintos museísticos sudamericanos destacan este año por la diversidad de sus exposiciones. Y, si bien en algunos espacios prevalece el localismo, las propuestas aspiran a encandilar a más de un extranjero.

Propuestas de aniversario
Algunos de los espacios artísticos colombianos ‘se vestirán’ este año de gala y, como tal, sus organizadores alistan muestras ambiciosas tanto en complejidad como alcance.

El Museo de Arte Moderno de Bogotá, que cumple 55 años, pondrá a sus artistas locales en el centro.

Así, desde este mes, la artista performática más importante de ese país, María José Arjona, analizará la violencia y el erotismo a partir de prácticas curatoriales. Entretanto “¿Es usted moderno?”, un homenaje a Carlos Rojas, propondrá una exploración sobre el legado de este maestro de la abstracción y su influencia en el arte contemporáneo.

Hacia marzo, mientras tanto, se conmemorará los 40 años del Museo Moderno de Medellín, que ofrecerá la exposición “El Arte en Antioquia y la década de los 70”. Una revisión de los artistas antioqueños más emblemáticos de esa década.

La valla se eleva
Buenos Aires, un destino para los seguidores de distintas expresiones culturales, no perderá su posición.

El calendario del Museo Nacional de Bellas Artes arrancará desde marzo con la exhibición “Maestros antiguos del Renacimiento y del Barroco”. Una oportunidad única para contemplar en un solo espacio las esculturas de Leonardo Da Vinci y las piezas renacentistas de Rafael, al lado de obras de Rubens, Tiziano, Vasari y Van Dyck.

Mientras que hacia el segundo semestre del año el maestro inglés William Turner –famoso por sus paisajes en que se mezclan la bruma y la luz– será el centro de atención.El MALBA no pierde peso. Desde marzo una exposición sobre fotografías de Juan Domingo Perón (tomadas por Sara Facio) se apoderarán de este espacio.

A partir de julio, el turno será de “Ambientes”, centrada en las obras pioneras del argentino italiano Lucio Fontana en el campo de instalación. Ya para agosto se alista “La ciudad hidroespacial”, serie de maquetas que surgieron por la preocupación del artista Gyula Kosice por la creciente población mundial.

Centro en el localismo
El cronograma del Museo Nacional de Bellas Artes de Chile pondrá énfasis a iniciativas locales. Con ello, el montaje de una serie de cráneos de animales fosilizados con metal entrará hasta mediados de marzo en diálogo con esculturas de fines del siglo XIX e inicios del XX.

Asimismo, para los amantes de la ciencia, el Museo Interactivo Mirador, que ofrece una propuesta educativa lúdica, acaba de lanzar “Túnel Universo”, la mayor muestra interactiva sobre astronomía de Latinoamérica. Proyecto permanente que, según señala su portal oficial, ofrece a los asistentes “viajar a Júpiter mediante la realidad virtual, formar eclipses y crear estrellas”.

Debate sobre la mesa
Museo de Arte de Sao Paulo, uno de los espacios culturales más icónicos de Brasil, cuya construcción es uno de los más relevantes ejemplos de la arquitectura moderna, es el recinto de referencia.

Este año, la colección propia en que conviven obras de Modigliani, Van Gogh, Picasso y Rembrandt estará acompañada por una exposición que despliega tanto poder visual como conceptual. Para agosto, la célebre serie Lynch Fragments, de Melvin Edwards –pionero en la historia del arte afroamericano– le permitirá al espectador explorar cuestiones como raza, violencia, trabajo y esclavitud, específicamente en el contexto de la diáspora africana.

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