Hace un par de meses una captura de pantalla de un supuesto artículo publicado por el periódico español La Razón, con el título “Grafeno, el supermaterial del futuro: ¿cuáles son sus ‘milagros’?” fue compartida masivamente en redes sociales. Los usuarios señalaban con un círculo la palabra “vacunas”, sugiriendo que las inyecciones contra el COVID-19 estaban compuestas de este material. Sin embargo, las vacunas no contienen grafeno, como aseguraron expertos consultados por la AFP.
El meme viral reproduce el inicio de un artículo de La Razón en el que se detallan los usos que podría tener el grafeno dentro de unos años y lo describe como “el material del futuro” o “la eterna promesa de un mañana único”, que “va a protagonizar la próxima revolución tecnológica y médica gracias a su bestial conductividad y su poderosa flexibilidad: móviles, vacunas, coches, bombillas, zapatillas… todo va a girar en torno a él”.
Sin embargo, la nota especifica que “es cierto que está en el mercado, pero no con las revolucionarias aplicaciones que todos esperan”. “Aún hay que esperar para que explote al máximo potencial”, agrega.
Las vacunas no contienen grafeno
A pesar de que usuarios señalan que las vacunas contra el COVID-19 llevan grafeno, en el texto no se especifica que las inyecciones contengan este material. El artículo original afirma: “Su utilización se antoja interesante en el desarrollo de terapias contra el cáncer, el diagnóstico de enfermedades como el COVID-19, la transferencia genética, la creación de prótesis, la secuenciación del ADN…”.
El grafeno, un nanomaterial basado en carbono, no es un componente que se haya incluido ni en las vacunas contra el COVID-19 ni en otras. “El grafeno no es soluble, por tanto, un dispositivo de grafeno no se podría inyectar en disolución”, dijo a AFP Factual Diego Peña, investigador del Centro Singular de Investigación en Química Biológica y Materiales Moleculares, España. “Si hubiese grafeno, las vacunas serían suspensiones de color oscuro”, añadió como hipótesis.
Por su parte, Marcelo Mariscal, vicedecano de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina, e investigador principal del CONICET, especializado en nanotecnología, explicó a la AFP que “solo hay algunos reportes en bibliografía donde se ha utilizado óxido de grafeno [un material muy distinto al grafeno] como potencial adyuvante en vacunas”. Estos “se usan para mejorar la inmunogenicidad o capacidad para desencadenar una respuesta inmunológica. Se trata de estudios modelo en fases de ciencia básica, los cuales se encuentran aún alejados de una aplicación”.
Como apuntó Mariscal, el óxido de grafeno se utilizó como coadyuvante en la investigación de una vacuna intranasal contra la influenza, desarrollada por el Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad Estatal de Georgia, en Estados Unidos. Dicha vacuna, de momento, no ha sido desarrollada, testeada, aprobada ni comercializada.
Además, las composiciones de las vacunas contra el coronavirus no son secretas. Las de Pfizer, Moderna, Janssen y AstraZeneca, por ejemplo, han sido publicadas por las autoridades sanitarias.
¿El grafeno causa magnetismo?
Algún usuario que comparte la captura de pantalla, también relaciona este supuesto componente con “el magnetismo”. AFP Factual ya verificó en otras ocasiones que las vacunas no contienen componente alguno susceptible de magnetizar o electromagnetizar el cuerpo humano.
No obstante, el grafeno no tiene propiedades magnéticas. Peña, quien estudia el potencial magnético del nanomaterial, descartó que éste pudiera generar ese tipo de reacción: “Es magnético sólo en condiciones muy específicas de laboratorio (ultra alto vacío y sobre oro). Es muy inestable, de forma que en condiciones ambientales pierde las propiedades magnéticas”. Y añadió que el magnetismo “se perdería en cuanto intentásemos disolverlo” dentro de una vacuna.
Mariscal apuntó que es imposible que el grafeno atraiga metales: “El grafeno no podría generar ese fenómeno debido a la poca cantidad de material. Hay que recordar que es un material de solo una lámina de átomos de espesor”.
En referencia a las posibles aplicaciones futuras, Peña detalló que “la idea final es tener un material que se pueda usar en espintrónica (...) Esto, por ejemplo, podría permitir desarrollar computadores cuánticos para tener mayor capacidad de cálculo”.
Mascarillas con grafeno
Como señala el artículo de La Razón, en las posibles aplicaciones médicas del grafeno, se fabricó un tipo de mascarillas con este material en forma de polvo que tuvo que ser retirado del mercado por posibles riesgos a la salud humana, que aún se están estudiando.
El 2 de abril de 2021 el Ministerio de Salud de Canadá publicó una evaluación preliminar en la que “identificó que las partículas de grafeno tenían potencial para causar toxicidad pulmonar temprana en animales”. “El riesgo para la salud de las personas de cualquier edad no está claro”, indica el texto. Pero por precaución, la recomendación al público fue no utilizar tapabocas fabricados con este compuesto hasta que las autoridades completaran “una evaluación científica exhaustiva”.