El aplicativo estadounidense de envío de alimentos Instacart Inc. tiene un plan audaz para reemplazar a su ejército de compradores con robots, parte de una estrategia a largo plazo para reducir costos y darle una base sostenible a su relación con las cadenas de supermercados.
El plan, detallado en documentos revisados por Bloomberg, implica la construcción de centros automatizados en Estados Unidos, donde cientos de robots irían a buscar cajas de cereal y latas de sopa mientras los compradores humanos recolectan vegetales y bocadillos.
Algunas instalaciones serían anexas a las tiendas de comestibles existentes, mientras que los centros independientes más grandes procesarían pedidos para varias ubicaciones, según los documentos fechados en julio y diciembre.
Según la propuesta, Instacart manejaría más de 3,500 pedidos al día con más de 100,000 unidades vendidas, según documentos revisados por Bloomberg. Más de 700 robots y alrededor de 160 personas harían el trabajo, con las máquinas recogiendo la mayoría de los artículos y los trabajadores recolectando alimentos frescos y perecederos.
La instalación costaría US$ 20 millones, con costos de mantenimiento anuales de US$ 380,000 al año.
Una segunda opción es un pequeño anexo a una tienda que manejaría más de 700 pedidos al día por un total de 22,000 artículos. Tendría más de 150 robots, 40 trabajadores y costaría $ 6.5 millones para configurar y $ 270,000 al año para mantener, según los documentos.
Instacart había planeado comenzar a probar los centros logísticos a finales de este año, muestran los documentos. Pero la compañía se ha retrasado en el cronograma, según fuentes allegadas.
Y aunque los documentos mencionan trabajar con varios proveedores de automatización el desarrollo de esta tecnología, Instacart no se ha decidido por ninguno, dijeron las fuentes que pidieron mantener en reserva su identidad. En febrero, el Financial Times informó sobre los elementos de la estrategia y dijo que Instacart a principios de 2020 envió solicitudes de propuestas a cinco empresas de robótica.
Una portavoz de Instacart dijo que la compañía estaba ocupada reforzando sus operaciones durante la pandemia, cuando contrató a 300,000 nuevos trabajadores en cuestión de semanas, lo que elevó el total actual a más de 500,000. Pero los retrasos en la puesta en marcha de la estrategia de automatización podrían socavar potencialmente los planes para salir a bolsa este año. Los inversores saben que los robots desempeñarán un papel fundamental en la modernización de la industria de comestibles estadounidense de US$ 1,400 millones.
La automatización sería un cambio importante para Instacart, que actualmente se basa en cientos de miles de trabajadores que corren por los supermercados. El modelo existente ayudó a la compañía a convertirse en el segundo servicio de entrega y recolección de comestibles más grande de Estados Unidos después de Walmart Inc., registrando 600 minoristas con 45,000 tiendas desde su fundación hace casi nueve años en San Francisco.
Después de captar millones de nuevos clientes durante la pandemia, la compañía tenía el 45% del mercado en abril, según datos de Bloomberg Second Measure. Instacart es accesible para el 85% de los hogares de EE. UU. Una ronda de financiación de US$ 265 millones en marzo valoró a la empresa en US$ 39.000 millones.
Insostenible
Pero pagar a toda esa gente para que compre es caro e insostenible. Las tarifas de envío, los márgenes y las propinas aumentan hasta un 25% un pedido de comestibles típico de Instacart, dijo Marc Wulfraat, presidente de la firma consultora de logística MWPVL International Inc., lo que esencialmente lo convierte en un servicio boutique para los ricos.
“Hay un alto precio por esta comodidad que todos amamos tanto”, dijo.
Automatizar la operación reduciría costos, permitiría a Instacart bajas las tarifas y márgenes, lo que podría hacer que el servicio sea más accesible para un mercado masivo.
La portavoz de Instacart se negó a proporcionar detalles, pero dijo que la compañía está “comprometida a apoyar a nuestros socios tradicionales y a continuar invirtiendo y explorando nuevas herramientas y tecnologías que respalden las necesidades de sus clientes y que permitan que sus negocios crezcan y escalen en el largo plazo”.
La pregunta es si Instacart puede lograr esto antes de que los supermercados descubran cómo hacerlo ellos mismos. Las cadenas ya están comenzando a llevar sus operaciones de comercio electrónico internamente y a asociarse con empresas que buscan fortalecerse en el terreno de Instacart.