Una empresa que decide proteger su propiedad intelectual (PI) se vuelve más competitiva en el mercado y es capaz de gestionar riesgos en ese ámbito. Según la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), este sistema de defensa ayuda a proteger productos y servicios innovadores; aumenta la visibilidad, el interés y el valor de los mismos, y contribuye a diferenciar a una empresa y a sus productos de la competencia.

Por esta razón, resulta clave que las organizaciones peruanas puedan entender la importancia de la propiedad intelectual y comiencen a protegerla. En este sentido, es necesario romper algunos mitos alrededor de cómo funciona y para qué sirve este sistema de protección legal.

Mito 1: La propiedad intelectual es un tema exclusivo de las grandes empresas

Las grandes compañías son las que más han interiorizado la necesidad de proteger sus intangibles. Sin embargo, cada vez son más las pequeñas y medianas empresas que optan por este camino.

“Esto se debe a las estrategias, desplegadas por el Indecopi, que tratan de acercar de la manera más sencilla posible la propiedad intelectual a los arquitectos, los artistas visuales, los creadores de videojuegos, los autores de obras literarias, entre otros”, explica Luis Diez Canseco Núñez, decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Humanas de la UTP.

Además, comenta que “la institución viene desarrollando el programa ‘Aprende a registrar tu marca’, destinado principalmente a las pequeñas empresas. Este tipo de actividades tiene un efecto positivo, por ejemplo, la iniciativa en mención ha generado que se otorguen 680 certificados de marcas colectivas que inciden directamente en artesanos”.

Mito 2: La PI protege los productos tangibles

La propiedad intelectual , por lo contrario a lo que se piensa, no protege los productos tangibles. “Esta se vincula con los intangibles como los signos distintivos, los nombres y lemas comerciales y las denominaciones de origen; con las invenciones como las variedades de vegetales, y con las creaciones literarias o artísticas como los libros, los softwares, las obras de arte, entre otras”, comenta Luis Diez Canseco. Cabe resaltar que cada uno de los ejemplos mencionados pueden ser titularidad de una pequeña o mediana empresa.

Mito 3: No protege en casos de copias

La estructura de la propiedad intelectual está diseñada para actuar de manera inmediata contra productos o servicios que copien directa o indirectamente los signos distintivos, las invenciones o los derechos de autor de una persona natural o empresa, que tenga todo debidamente registrado.

Según Luis Diez Canseco, “quien registra sus elementos de propiedad intelectual se encuentra en mejor capacidad para protegerlos, puesto que tiene expeditas las acciones de infracción que consagra nuestro ordenamiento jurídico. De manera directa o en coordinación con el Indecopi, las autoridades aduaneras, incluso, pueden paralizar importaciones de productos, especialmente falsificados, que cuenten con una marca o diseños registrados”.

Mito 4: El proceso es costoso y complicado

El proceso para proteger elementos de la propiedad intelectual es bastante sencillo y rápido. Solo se debe seguir las guías que ha elaborado el Indecopi para registrar los intangibles de una organización. “Uno de los comentarios que se hace con cierta regularidad es que no vale la pena registrar marcas, debido a que en nuestro país impera la piratería. Sin embargo, el enfoque que deberían tener los emprendedores es que proteger su propiedad intelectual les brinda automáticamente valor agregado a sus productos y servicios, los diferencia de la competencia y les permite proteger y hacer crecer su inversión”, agrega Luis Diez Canseco.

Bajo este contexto resulta esencial contar con especialistas que puedan guiar a los empresarios en el proceso de proteger su propiedad intelectual. Por eso, con la finalidad de promover esta materia en el mundo académico, la UTP ha puesto en marcha la cuarta edición del Moot Court de Propiedad Intelectual.

En esta competencia de nivel internacional los equipos participantes simulan un juicio, resuelven un caso hipotético y lo defienden ante un tribunal, mientras son evaluados por un jurado. Para conocer más sobre este evento ingresa .

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