Investigadora y docente de la UPCH
Mónica Pajuelo
Mónica Pajuelo es una de las cinco mujeres de su equipo que trabajan en el desarrollo y validación de una prueba rápida molecular para la detección de SARS-CoV-2 empleando el método isotérmico.” Este trabajo es en colaboración con la Universidad de Tohoku en Japón. Tenemos un colega peruano allá “, cuenta la investigadora de 43 años que postuló el proyecto a Concytec. “El Instituto Nacional de Salud nos ha compartido por su lado muestras clínicas para validar. Esas pruebas duran dos o tres semanas. Podría ser un éxito, pero si no funciona, no sería raro. Puede pasar”, revela Pajuelo, quien decidió aventurarse al mundo de la ciencia desde su niñez en Cerro de Pasco. Aunque en el colegio la molestaban por ser “la chica de la sierra”, la buscaban por ser también la ‘chancona’ y eso sirvió para ganarse el respeto.
Su fascinación por la naturaleza y la biografía de su referente Marie Curie, la convencieron de estudiar farmacia bioquímica en la UNMSM. Pero fue su profesora Carranza quien la inspiró en dar un siguiente paso hacia la investigación. “En los 90 ella lo hacía con sus propios recursos”, menciona. Después de insertarse en la industria, Pajuelo decidió llevar una maestría en biología molecular para luego trabajar en el laboratorio de enfermedades infecciosas de la Universidad Peruana Cayetano Heredia.
Su trabajo como docente le da la libertad y el tiempo para investigar, pero en cinco años Pajuelo espera liderar equipos más grandes y a nivel internacional. “Afuera he trabajado en colaboración. Ahora debo ganar a título personal esos fondos. Debería crecer en ello”, sentencia.
Vanessa Adaui
Investigadora de la UPC
Como toda científica, Vanessa Adaui tiene en las venas la necesidad de hacer preguntas y una de ellas fue saber si se podría mencionar a su equipo al contar su historia. Así pues, la bióloga de profesión trabaja en la prueba molecular rápida para detección del coronavirus SARS-CoV-2 al lado de un grupo científico liderado por Edward Málaga-Trillo, Cristina Guerra Giraldez, Pohl Milón Mayer y Piere Rodríguez Aliaga, biofísico de la Universidad de Stanford. El proyecto está en fase de validación clínica y ella, que se considera perseverante y justa, está a la espera de resultados positivos.
Desde pequeña, su inquietud por saber de qué dependía el color de las alas de las mariposas o por qué no todos los árboles podían crecer donde uno quisiese, fue configurando su pasión por esta carrera. Sus padres no tenían todas las respuestas, así que a ella y su hermana, les obsequiaron enciclopedias en las que husmeaban hasta quedar satisfechas. “Y a medida que vas madurando, descubres que no todo tiene respuesta”, reflexiona. La coyuntura pone a prueba la motivación por investigar de ese equipo de la UPC y la UPCH. “Es más crítico llevar a cabo un proyecto en este momento porque es un tema complejo no solo desde el punto de vista conceptual, sino por el riesgo, compromiso y sacrificio de tiempo familiar que implica”, detalla Adaui, quien añade que todo esto valdrá la pena por el beneficio de la mayoría y ella difícilmente se rinde.
Fanny Casado
Investigadora y docente de la PUCP
Fanny Casado es responsable de la validación preclínica en el proyecto MASI, ventiladores diseñados para el covid-19. La química y toxicóloga de 40 años tiene una especialidad de película, literalmente. Es que en los filmes policiales, serían sus colegas quienes hacen ciertas evaluaciones forenses, cuenta amena. En este caso, la pandemia pinta un escenario de misterio y terror, en el que ella aun con miedo de salir a la calle, decide ayudar porque sabe que tiene los conocimientos que podrían salvar a la población. “Hay ciertos riesgos, pero lo importante es siempre calcularlos”, enfatiza. La niña que nació en Iquitos y que vino a la capital desde los 15 años no sabía que esto le deparaba su destino. “Tuve acceso a educación y libros, cosas que mis compañeros allá no tenían”, relata considerándose afortunada.
Así pues, para ella, hacer investigación científica en el Perú no es difícil porque siempre encuentras problemas por resolver y eso es lo divertido. Además, que no haya una regulación clara sobre el tema le permite cierta libertad, “siendo consciente de sus actos”, aclara Casado, que ha trabajado también en Canadá y Estados Unidos.
Su lucha diaria, en cambio, es formar más recursos humanos como coordinadora de la especialidad de ciencia biomédica en la PUCP. “Desde mi área también busco la forma de reducir las pruebas en animales al hacer análisis de riesgo”, puntualiza.