Esta mañana, un grupo de pescadores artesanales de Huaral protestaron este viernes por la demora de la limpieza de la playa Chacra y Mar, uno de los balnearios del distrito de Aucallama, afectados por el derrame de petróleo de la Refinería La Pampilla (operado por Repsol), el pasado 15 de enero.
Los hombres de mar exigieron una rápida labor de remediación en el citado balneario debido a que en imágenes se constata que el crudo que todavía sale del mar se asienta en las piedras y en la orilla. Exigieron que actúen en la zona afectada con el sistema de limpieza de agua denominado skimmer (modelo Nutria), que es un equipo de succión adaptado que logra la separación entre el aceite (hidrocarburo) y el agua sin llegar a una emulsificación (mezcla).
Con los carteles que llevan los mensajes “Nuestro mar necesita justicia” y “Repsol escucha, tus hijos comen y ¿nuestros hijos, qué?”, los pescadores, relataron que no pueden salir con sus embarcaciones a trabajar porque su hábitat normal se encuentra afectado por el vertido de crudo.
Esta mañana, los pescadores junto a comerciantes de playa Chacra y Mar participaron de una manifestación en un tramo de la Variante de Pasamayo, lo que generó el bloqueo de la Panamericana Norte por una horas. Luego el alcalde Aucallama, Hugo Álvarez Carballido, llegó al lugar e informó que se empadronará a los pescadores y personas con negocios afectados para que puedan ser beneficiados con el bono anunciado por el Gobierno.
Cabe precisar que el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp) detectó petróleo desde Ventanilla, Callao, hasta Chancay, en Huaral. Además, la provincia de Huara también habría sido afectada.
Asimismo, la semana pasada, se detectó contaminación en los Islotes de Pescadores y las Zona Reservada de Ancón, donde el petróleo causó muertes de fauna marina y grave contaminación de mar y litoral.
El Juzgado de Investigación Preparatoria Transitorio de la Corte de Puente Piedra-Ventanilla dictó el impedimento de salida del país por 18 meses contra Jaime Fernández-Cuesta Luca de Tena, gerente general de la refinería La Pampilla, administrada por Repsol Perú, y otros tres funcionarios, tras el derrame de petróleo.