De tener como principal tarea buscar inversiones para Perú como embajador en Canadá, en apenas dos días el ingeniero Martín Vizcarra tuvo que volver intempestivamente a su país, cumplió 55 años y juró el viernes como nuevo presidente de la República.
Poco después de aceptar ante el Congreso la tarea de tomar las riendas de un país sumido en su peor crisis política en casi dos décadas tras la renuncia el miércoles del presidente Pedro Pablo Kuczynski, llamó a dar vuelta a la página y "trabajar unidos" bajo el lema de "Perú Primero".
El político -casado, con 4 hijos y un nieto- ganó reconocimiento siendo gobernador de la región minera de Moquegua, en el sur de Perú, donde logró cerrar un acuerdo para frenar un conflicto que amenazaba un proyecto de cobre de US$ 5,000 millones.
"Él asumió el liderazgo, convocó a una gran mesa de diálogo, incluyendo todos los sectores, las comunidades, autoridades y mineros para buscar puntos de consenso y lograr acuerdos favorables para la población y el proyecto minero", afirmó a Reuters uno de los más cercanos asesores de Vizcarra.
Quienes trabajan con Vizcarra destacan su alta sensibilidad social, en especial con las comunidades pobres del país de 32 millones de habitantes y su ética que quedó demostrada cuando su firma constructora familiar no licitó con el Estado mientras ejercía cargos públicos.
Y el hombre espigado y de tono moderado ya comenzó a poner a poner a prueba su habilidad. En su primer discurso como presidente, instó a un "punto final de una política de odio y confrontación, que no ha hecho otra cosa que perjudicar al país".
"Este punto final es el punto de partida de una nueva etapa, de refundación institucional del país, en la que la democracia y el respeto por el prójimo sean banderas, dejando de lado los intereses y apetitos personales y priorizando el bienestar de todos", agregó visiblemente tranquilo.
Aplausos de una audiencia en el Congreso, dominado por la oposición, validaron su afirmación. De esos mismos asientos salieron las voces que no descansaron hasta provocar la renuncia de PPK al quedar acorralado por un pedido de destitución por acusaciones de irregularidades.
También abogó por la división de poderes como base de cualquier democracia. "Los invoco a que sea el respeto, la tolerancia y el amor a la patria los que marquen la dinámica de esta nueva etapa", dijo.
Inversionistas reaccionaron positivamente a que Vizcarra asuma el mandato por el tiempo que queda hasta el 2021 y lo calificaron como un profesional que "seguiría el modelo económico de libre mercado e impulsaría el destrabe para las inversiones", dijo un alto ejecutivo de un banco local que pidió no ser identificado.
Conciliador
Vizcarra fue llamado por Kuczynski para integrar su fórmula presidencial en las elecciones del 2016, debido a sus dotes para desactivar conflictos sociales en un país donde las comunidades reclaman mayores beneficios por la explotación de recursos naturales, principalmente mineros.
Tras asumir el mando, Kuczynski lo incluyó en su gabinete para ocupar la cartera de Transportes y Comunicaciones, cargo al que tuvo que renunciar en mayo del 2017 tras duras críticas por aprobar cambios en un contrato de US$ 520 millones para construir un aeropuerto. Meses después, en septiembre, fue designado embajador en Canadá.
Su renuncia, bajo presiones del Congreso, fue considerada por muchos como injusta porque el contrato para construir el aeropuerto Chinchero del Cusco se suscribió en el Gobierno del expresidente Ollanta Humala.
El presidente del mayor gremio de empresarios de Perú (Confiep), Roque Benavides, dijo tenerle "mucho aprecio" a Vizcarra y destacó su trabajo como presidente de la región de Moquegua. "Lo veo como persona con mente amplia, requisito indispensable para un negociador para llegar a resultados", comentó Benavides a Reuters.
Para el empresario minero Rómulo Mucho, un cercano excolaborador suyo, "Martín es un hombre muy preparado y justo. Pero sobre todo un gran negociador".
Vizcarra, graduado en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), tiene también la fama de haber ubicado a su región Moquegua como líder en el ranking de educación en Perú entre el 2011 y 2013, tras solucionar deudas económicas y sociales con maestros en la zona sur del país.
"Juro ante Dios que me dedicaré plenamente a trabajar en favor de todos los peruanos, en especial de los más necesitados. ¡El Perú Primero!", enfatizó ya con el peso de la banda presidencial en su cuerpo.