Alejandro Sánchez, dueño de la casa de Breña, durante una sesión de la Comisión de Fiscalización del Congreso. (Foto: Congreso de la República)
Alejandro Sánchez, dueño de la casa de Breña, durante una sesión de la Comisión de Fiscalización del Congreso. (Foto: Congreso de la República)

Alejandro Sánchez Sánchez, dueño de la vivienda en el pasaje Sarratea, en Breña, donde el presidente Pedro Castillo despachó extraoficialmente y usó como base durante la campaña electoral, negó que haya solicitado a Bruno Pacheco interceder ante la Sunat para beneficiarse en un negocio de mercurio y litio.

En diálogo con Punto Final, el empresario natural del Cajamarca aseguró que su rubro gira en torno a la importación de equipos médicos y construcción de casas antisísmicas.

Sin embargo, Karelim López -actualmente aspirante a colaboradora eficaz- contó ante la fiscalía que en setiembre del 2021 escuchó una discusión entre Castillo Terrones y el exsecretario general del Despacho Presidencial en la cual debían atender un pedido de Sánchez.

No conozco a esa empresa. Esa es otra mentira. (...) no conozco al señor [Luis] Vera [jefe de la Sunat]. Nunca lo he visto. Va a tener que comprobarlo la señora Karelim y cuando no muestre las pruebas, voy a tomar las cartas en el asunto”, manifestó el empresario.

Respecto a su relación con López Arredondo, Alejandro Sánchez señaló que no la conoció y que solamente la ha “visto por televisión”. De igual forma, desestimó mantener un vínculo amical con Bruno Pacheco.

No es mi amigo. No lo he visto mucho. En algún momento se cruzó en campaña, luego lo nombraron secretario en Palacio de Gobierno. No me une ningún lazo de amistad”, expresó.

Según Karelim López, la casa de Breña habría sido el local donde presuntamente se realizaban las negociaciones de la organización criminal enquistada en el Ministerio de Transporte y Comunicaciones (MTC).

Ante ello, Alejandro Sánchez alegó que, además de Pedro Castillo, existieron dos personajes del partido Perú Libre que también contaban con la llave del predio.

Eran personas del partido, que no los puedo identificar que de alguna manera vigilaban. Los sobrinos del presidente no [tenían la llave], personas conocidas llaman al intercomunicador y mi señora madre los dejan entrar”, sostuvo.

Mi único delito es ser amigo del presidente y haberle dado posada aquí a un paisano, a un amigo”, sentenció.