Redacción Gestión

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El Cairo (AP).- El secretario de Estado se encontraba en El Cairo el domingo con el fin de presionar para que haya reformas, en la visita de un funcionario estadounidense de más alto nivel a Egipto desde que el primer presidente democráticamente electo en el país fue derrocado.

Luego de que las fuerzas armadas egipcias retiraran de la presidencia a Mohamed Morsi en julio, el gobierno interino aplicó duras medidas represivas sobre sus partidarios, lo que llevó a Estados Unidos a suspender ayuda por cientos de millones de dólares.

En una conferencia de prensa conjunta tras un encuentro con el canciller egipcio Nabil Fahmy, Kerry indicó que la suspensión de la ayuda a Egipto no es un castigo sino un requisito legal después de que los militares egipcios derrocaran a un gobierno electo por la vía democrática.

Kerry dijo que el tema fue mencionado brevemente con Fahmy y que cree que las autoridades egipcias comprenden ese argumento.

Aunque reconoció que Egipto ha encarado "difíciles desafíos" y "años turbulentos", lo que incluye sus relaciones con Washington, pidió a los egipcios que continúen su "marcha hacia la democracia". Estados Unidos es un socio y aliado del pueblo egipcio y desea contribuir al éxito del país, dijo Kerry.

Fahmy señaló que los comentarios de Kerry y el mapa de ruta establecido por el jefe del ejército, el general Abdel-Fattah el-Sissi tras el golpe militar, indican que "todos perseguimos la reanudación de las relaciones normales".

Ese mapa incluye enmendar la Constitución inclinada al islamismo que fue adoptada el año pasado bajo la presidencia de Morsi, efectuar un referendo nacional a fines de año y convocar a elecciones parlamentarias y presidenciales en el segundo trimestre del 2014.

Al parecer el Departamento de Estado esperaba una gélida recepción a Kerry, especialmente debido a las tensas relaciones la víspera de que el lunes comience el juicio a Morsi bajo cargos de incitar al asesinato. El departamento se negó a confirmar la visita de Kerry hasta que aterrizó en El Cairo, pese a que tres días antes la agencia noticiosa oficial egipcia informó del viaje.

El sigilo con el que se realizó el viaje no tuvo precedentes para una visita de un secretario de Estado a Egipto, durante décadas uno de los aliados más cercanos de Estados Unidos en el mundo árabe, y puso de relieve las profundas diferencias que existen en la actualidad entre Washington y El Cairo.

La última vez que Kerry había visitado Egipto fue en marzo, cuando pidió a Morsi y su gobierno respaldado por la Hermandad Musulmana que adoptaran amplias reformas económicas y gobernaran de forma más inclusiva. Esas solicitudes fueron desoídas. La creciente insatisfacción de los habitantes con el gobierno estalló cuando los militares depusieron a Morsi el 3 de julio y designaron un gabinete interino.

De Egipto Kerry viajará a Arabia Saudí, Polonia e Israel; visitará a los líderes de la Autoridad Palestina, y también irá a Jordania, los Emiratos Árabes Unidos, Argelia y Marruecos.

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