A nivel mundial, más países se suman al debate de si deben existir políticas más rígidas para reducir el número de no vacunados contra el COVID-19, y que son los más expuestos ante el avance de la nueva variante ómicron, poniendo en riesgo la capacidad del sistema sanitario. Perú no es ajeno a esa situación, con un personal de salud también afectado por la nueva ola y agotado por los más de 22 meses de atención a la pandemia.
De acuerdo a los especialistas consultados, al menos un 20% de la población objetiva para recibir la vacunación no se puesto ninguna dosis en Perú. De este porcentaje, un 15% no lo habría hecho por las dudas y la desinformación sobre las vacunas y un 5% por la posición ideológica antivacuna, sostiene Ernesto Gozzer, especialista en salud pública.
Las regiones en donde la población no vacunada es mayor son Loreto y Puno, con menos del 60% de su población con las dos dosis. “Hace cinco meses atrás Puno, Loreto, Madre de Dios, Ucayali, Amazonas y Huancavelica eran las regiones más relegadas en el tema de la vacunación, algunas han mejorado, pero aún Puno y Loreto siguen relegadas, principalmente en la zona rural, y por eso es importante que el Ministerio de Salud (Minsa) muestre la data del avance en la zona rural y urbana para buscar estrategias acertadas”, dijo Juan Carbajal, exintegrante de OpenCOVID-Perú.
La tendencia en otros países
En España, por ejemplo, un 48% de empresas se ha mostrado a favor de la obligatoriedad de las vacunas. En Colombia, la Asociación de Micros, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi) también reiteró el pedido al Gobierno de su país para imponer la obligatoriedad de la vacunación. Y en Francia, se aprobó un nuevo pasaporte COVID que limita a los no vacunados a varias actividades. En tanto, Austria, multaría a los no vacunados con hasta 600 euros.
Y empresas transnacionales como JPMorgan, informaron a sus empleados que “corren el riesgo de perder sus trabajos” si no se vacunan. Citigroup, el banco de inversión, también dio un ultimátum a sus colaboradores.
Aquí en Perú es obligatorio exigir el carné de vacunación en lugares de trabajo con más de diez empleados, de lo contrario podrían recibir la suspensión perfecta, es decir, mantener el vínculo laboral pero sin pago. En otro casos, el despido.
Eso podría ocurrir en el sector agroexportador, que desde el 16 de enero está obligado a exigir a sus trabajadores al menos las dos dosis completas. “La Asociación solicitó un plazo adicional, hasta el 31 de enero, pero el Ministerio de Trabajo no nos ha respondido”, indicó a Gestión.pe Alejandro Fuentes, presidente de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (Agap).
¿Qué hacer en Perú?
El Gobierno peruano ha dispuesto de varias medidas para incentivar la vacunación, entre ellas, restringir el acceso -por ahora- a los mayores de 50 años que no tengan las tres dosis de vacuna a 35 actividades económicas, entre restaurantes, centros comerciales, conglomerados, supermercados, entre otros. En tanto, los mayores de 12 deben presentar sus dos dosis completas.
Pero los expertos apuntan a otras medidas adicionales:
Vacuna obligatoria en algunos casos: Hoy la vacunación no es obligatoria en Perú. Frente a ello, el infectólogo Eduardo Gotuzzo propuso que sí lo sea en el personal de salud y maestros. “¿Hay que defender el derecho personal o la salud pública? Debe existir algún sistema que permita que en beneficio de la sociedad, el personal médico y profesores tengan que vacunarse para cumplir con sus funciones, de lo contrario, que haga trabajo presencial con un salario diferenciado, pues estarían exponiendo al paciente o al estudiante menor de edad”, señaló.
Mensajes claros y llamar a la sociedad civil: Desde octubre del 2021, Perú no registra mujeres gestantes fallecidas por COVID-19 gracias a la vacunación. Mientras que en 20 veces se ha reducido la mortalidad en esta tercera ola respecto a los escenarios anteriores, gracias a la vacuna.
“Estos son los mensajes que la población necesita saber y que no solo debe ser informados por el especialista en salud, también deben ser abordados por otros actores de la sociedad, académicos, en las iglesias, donde sabemos que hay grupos que desinforman sobre la vacunación”, dijo Gotuzzo. “Mientras más actores se involucren, mejor llegará el mensaje a la población”, sostiene.
Cambios sobre el uso de mascarillas y el transporte: Pero el doctor Ciro Maguiña, docente principal de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, sostiene que -pese a todos los esfuerzos- no será posible lograr el 100% de los vacunados, y que medidas más restrictivas en un país donde la informalidad campea, será difícil de implementar.
Sin embargo, indicó que una medida efectiva es el uso de la mascarilla, por lo que ha pedido al Minsa a no generar marchas y contra marchas. “Esta nueva variante ómicron es altamente contagiosa y el uso de dos mascarillas quirúrgicas no ayudan a la protección, si una persona no quiere vacunarse está bien, pero que se le exija el uso de doble mascarilla incluida la KN95 para reducir la posibilidad de contagio”, señaló. Así, también mencionó que debe existir una mejor fiscalización en el transporte público porque es donde la gente más se aglomera.
Seguir el ejemplo de Ica y Ayacucho: ¿Qué han hecho lestas regiones de diferente? Según Juan Carbajal, ex miembro de Open-COVID, Ica lidera el avance de la vacunación (90%) porque las autoridades no se conformaron con los centros de vacunación del Minsa, sino que instalaron puntos de atención en plazas, centros de abastos, lozas deportivas, y otros espacios abiertos. Lo mismo ocurrió en Ayacucho.
“En otras regiones como Huánuco, donde estuve hace poco, las personas me decían que hasta ahí no ha llegado el virus y por eso una sola dosis de vacuna bastaba, este tipo de comentarios se arraigan y hay que combatirlos. Ica sería un gran ejemplo que debería replicarse”, finalizó.