Al menos unas 20 empresas se encuentran aplicando pruebas moleculares rápidas para la detección de COVID-19, con el fin de prevenir contagios entre sus trabajadores, señaló Víctor Alfaro, gerente general de Sistemas Analíticos.
Desde hace casi un mes, empresas mineras, agroindustriales y pesqueras han empezado a emplear estas pruebas en su personal, además de tres laboratorios nacionales que ofrecen este servicio al público.
“Se trata de empresas que tienen operaciones remotas en diversas partes del país. De este modo se evitan los sobrecostos en los que normalmente incurrían para aislar a los trabajadores sospechosos de haberse contagiado. Con estas pruebas logran obtener una respuesta mucho más rápida”, dijo Alfaro a gestion.pe.
Para ello, las han empresas o bien compran, directamente de las distribuidoras, los equipos portátiles que les permiten obtener los resultados de las pruebas de diagnóstico, si cuentan con médicos que las apliquen; o contratan a laboratorios que apliquen los test.
Están pruebas todavía no han sido homologadas por el Ministerio de Salud (Minsa), por lo cual las empresas emplean los resultados para prevenir los contagios en los centros de labores, pero no pueden reportarlos de forma directa a la autoridad sanitaria. Por ello, luego de detectar a un trabajador contagiado, debe aplicársele una prueba molecular convencional, cuyos resultados sí son derivados al Minsa.
Estos nuevos test moleculares permiten obtener resultados en apenas 15 minutos, mientras que con los test moleculares que se usan de forma regular, se accede al diagnóstico en como mínimo varias horas, pues las muestras deben ser trasladadas a un laboratorio. Para los primeros, el procesamiento de las muestras se efectúa con equipos portátiles.
Como ha informado el Minsa, las moleculares detectan el material genético del virus (RNA), es decir, al virus mismo, en las muestras de mucosa nasal o de saliva que se toman a los pacientes que se encuentran en los primeros siete días de la infección.
En tanto, las pruebas de diagnóstico rápido basadas en antígenos detectan al virus en menos de media hora. A diferencia de las moleculares, estas no buscan el material genético, sino que lo identifican por medio de las proteínas.
Masificar su uso
“No hay barrera para el uso de las pruebas rápidas moleculares, pues laboratorios y las empresas las usan, pero el Estado debe masificarlo. Hace falta que el Instituto Nacional de Salud las homologue como una metodología válida para el diagnóstico de COVID, lo que permitirá descentralizar el diagnóstico”, sostiene Alfaro, gerente de la firma que comercializa equipos médicos.
Por otro lado, indicó que desde hace pocos días algunos laboratorios del país ya ofrecen pruebas de Elisa que permiten identificar los anticuerpos en las personas vacunadas contra el COVID-19. El objetivo es que la persona sepa con certeza hasta qué punto ha desarrollado anticuerpos tras recibir las dosis.