"Mandatario chino quiere que el poder estatal acelere la manufactura avanzada, lo que creará empleos altamente productivos". (Xinhua/Xie Huanchi)
"Mandatario chino quiere que el poder estatal acelere la manufactura avanzada, lo que creará empleos altamente productivos". (Xinhua/Xie Huanchi)

China enfrenta su reto económico más grave desde las reformas de Deng Xiaoping, en los 90. El año pasado, su PBI creció 5%, pero los pilares del milagro tambalean. Su fuerza laboral está disminuyendo, el boom inmobiliario más frenético de la historia ha terminado y el sistema global de libre comercio que este país utilizó para enriquecerse se desintegra. La respuesta del presidente Xi Jinping es un plan para rehacer la economía china a fin de que domine las industrias del mañana, pero sus contradicciones decepcionarán a su población y enojarán al mundo.

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