Socia de Derecho Laboral de CMS Grau
Con la observación del Ejecutivo de la nueva ley del Teletrabajo, aprobada por el Congreso en reemplazo de la Ley 30036 y el Decreto de Urgencia 026 – 2020, es oportuno reflexionar sobre el impacto que ha tenido el trabajo a distancia en todas sus modalidades, los beneficios y retos que implica una implementación de esta naturaleza, así también los desafíos que experimentan las empresas en este nuevo contexto.
La autógrafa de la ley observada es una evolución en cuanto a que brinda mayor flexibilidad que su antecesora para implementar el teletrabajo, por la posibilidad de acordar los costos con el empleador, aspecto medular en este contexto.
Sin embargo, es urgente que puedan precisarse escenarios importantes como qué sucederá con la seguridad social y el sistema previsional de los trabajadores que se desempeñan desde el extranjero, ya que la norma observada señala que el servicio puede brindarse desde cualquier lugar que el trabajador consigne.
Asimismo, es necesario determinar bajo qué fórmula la empresa asumirá, de ser así, el costo de la electricidad, internet, entre otros. Una vivienda tiene un consumo general, por lo que deberá encontrarse algún mecanismo para que el empleador asuma un porcentaje justo y razonable.
En paralelo con el debate para una nueva ley del trabajo, impulsado por la pandemia, muchas empresas iniciaron la implementación de políticas y procedimientos internos que regulen la ejecución del teletrabajo. Esto ha sido un punto a destacar en esta realidad porque ha permitido a las empresas reflexionar y discutir sobre cómo se supervisará el trabajo, cómo se evaluará, cómo se manejará el sobretiempo, así como el derecho a la desconexión laboral, entre otros; con la finalidad de prepararse, inclusive, por encima de las normas legales.
Definitivamente el trabajo a distancia ha sido positivo a la fecha porque además de conciliar el aspecto familiar y profesional para muchas familias, ha reinsertado a otro grupo de trabajadores que no tenían la posibilidad de ir diariamente a una oficina por tener hijos menores o personas a su cargo. Igualmente, los empleadores han comprobado que la asistencia diaria no es un imperativo porque se pueden cumplir los resultados deseados de forma remota por lo que, en lo sucesivo, la figura mixta de la semipresencialidad parece ser la mejor opción para alcanzar las metas e impactar en la dinámica familiar de los trabajadores.