Carla Olivieri
Rectora de UCAL
Las mujeres –al igual que los hombres– tenemos ambiciones grandes: queremos tener un súper puesto de trabajo, aspiramos a sobresalir en algún deporte o pasatiempo, queremos ser madres y, por qué no, involucrarnos con alguna causa social.
En línea con ello, el informe Women Matter de McKinsey, reporta que mujeres y hombres tenemos ambiciones altas en casi la misma proporción (79% en mujeres y 81% en hombres). Sin embargo, solo el 58% de mujeres confían en que lo lograrán versus casi el 80% que alcanzan los hombres.
¿Qué sucede con la mujer? Mucho. Cuando las mujeres comenzamos a visualizar ese futuro inmenso, casi automáticamente se nos aparece la palabra “pero”. “Pero cómo voy a hacer con mi casa, mis hijos, voy a llegar tarde…”, y comienzan las excusas y complicaciones.
En muchos casos, somos nosotras mismas las que limitamos nuestro desarrollo; no nos sentimos tan capaces y somos muy duras con nosotras mismas. Por el contrario, las mujeres debemos soñar y mantener ese sueño grande. Dejemos de lado las culpas que nos acompañan (o atormentan) y confiemos en nuestra capacidad para ser líderes y para organizarnos.
Por todo ello y empezando un nuevo año, propongo este mantra o ruta de inspiración, para impulsar el empoderamiento de la mujer:
1. Conviértete en la gerente general de tu vida decidiendo no sólo ser exitosa sino feliz.
2. Define los roles que te hacen a ti lo que eres y le da significado a tu vida.
3. Que no quede todo en un deseo. Define objetivos y un sistema de seguimiento para monitorear avances
4. Gerencia bien tu tiempo considerando no solamente cumplir con tu rol profesional sino también tus metas en todos tus roles. Así, reduces tu estrés y mantienes el balance de tu vida.
5. Enamórate de ti y permítete ser tú. Olvídate del qué dirán. Estás acá para vivir tu vida, no para darle gusto a todo el mundo.
6. Entrena tu mente para que todos los días resaltes tu lado positivo y no solo lo negativo. Así no dejas que el miedo tome decisiones por ti.
7. Sé solidaria con otras mujeres, diferenciando lo que es competir de lo que es rivalizar.
8. Tu casa, tu espacio: organízala como una empresa y delega sin culpas.
Empoderarnos es nuestra responsabilidad. No nos sintamos mal por querer hacer realidad nuestros sueños y recuerda que cuando la mujer brilla y está bien, todos alrededor de ella brillan.