Director General Centrum PUCP
Con el anuncio de la recomposición del gabinete de ministros se vuelve aún más aguda la crisis política que ha venido enfrentando el gobierno presidido por Pedro Castillo. La corta duración que tienen cada uno de sus gabinetes ministeriales es un reflejo de la misma inestabilidad y poco control que tiene el presidente para poder estabilizar al país.
Declaraciones polémicas, presuntos vínculos con movimientos terroristas y denuncias han caracterizado la composición de sus gabinetes, fracasando en definir un rumbo o una agenda política, lo cual no solamente introduce inestabilidad interna, sino que afecta nuestro riesgo país frente a las miradas externas de inversionistas que reconsideran si el Perú sigue siendo una alternativa de inversión. La asesoría que recibe el presidente para designar gabinetes lo ha llevado ahora a convocar a Aníbal Torres, quien asume la presidencia del Consejo de Ministros, luego de los apenas siete días de Héctor Valer Pinto,
quien tenía medidas cautelares por una denuncia de violencia familiar, un hecho con el que no se podía asociar a un cargo tan importante. En medio de estos constantes cambios, quizás sea el ministerio del interior uno de los más afectados, mientras que la delincuencia en el Perú y más aún la percepción de inseguridad que tienen los peruanos ha ido en aumento. La inestabilidad provocada por estos constantes cambios ha llegado al punto de declarar el estado de emergencia en Lima y Callao por la ola delictiva, un hecho lamentable, pero qué esperar ante la incapacidad de gestionar.
La designación del Gabinete Torres expresa el deseo presidencial de seguir en la confrontación, mantenerse en la línea original de su gobierno, y asegurar el número de votos en el congreso para impedir su vacancia. Aunque la inestabilidad política que se ha vivido en el Perú desde mucho antes de este gobierno, esta solo se ha agravado a niveles insostenibles frente a los últimos desaciertos. Aquello que nos suscita la pregunta: ¿es incapaz el presidente de convocar un gabinete sin un pasado cuestionable?