Catedrático de las Universidades del Pacífico, UPC y UCSUR.
En la reciente presentación en el Congreso, ante la Comisión de Presupuesto y Cuenta General de la República, la Sunat, a través de su Superintendente Nacional ha planteado cuatro importantes ejes en la estrategia y acciones a seguirse para incrementar los ingresos tributarios del 2022.
El primer eje trata de la “Gestión de Riesgos Masivos”, que se relaciona a la sinergia Pública – Privada, la trazabilidad del comercio electrónico y la prevención del incumplimiento.
El segundo eje tiene que ver con la “Transformación digital”, que comprende la Gestión de procesos digitales para la competitividad (reestructuración de procesos con enfoque a la tecnología para ganar eficiencia, favoreciendo el crecimiento negocial), la Gestión del relacionamiento para facilitar el cumplimiento (a través de canales y servicios digitales para una comunicación con los contribuyentes utilizando la inteligencia artificial), y la Gestión de la Interoperabilidad como cooperación entra las instituciones del Estado para uso de la información, simplificando procesos, agilizando trámites y reduciendo costos de cumplimiento.
En el tercer eje, se pretende dar énfasis a la “Fiscalidad Internacional”; para ello se busca la transparencia de la información completando el “Intercambio automático de la información” con más de 100 países, el análisis del “Beneficiario Final” y el acceso al secreto bancario. Igualmente, en lo que respecta a las operaciones transfronterizas y/o intragrupo, se busca abordar los riesgos de las operaciones complejas, entre las que se cita la economía digital y la revisión de la “erosión de la base imponible y el traslado de beneficios” (Acciones “BEPS” en inglés).
En el cuarto eje, se busca maximizar el “Cumplimiento colaborativo”: implementar el procedimiento de Acuerdo Mutuo, ampliar las consultas particulares vinculantes, hacer efectivos los “Acuerdos Anticipados de Precios de Transferencia” (“APA´s” en inglés), reducir los tiempos de consultas gremiales y multiplicar los comités gremiales y sectoriales.
Como vemos, se trata de loables y muy bien estructurados ejes para incrementar la recaudación y apoyar a los contribuyentes.
Pero además de los reseñado, deberá tenerse en cuenta que la mayor recaudación resultará también por un incremento de la base de contribuyentes, es decir, que pasen de la informalidad a la formalidad en el más breve plazo un importante número de sujetos que generan hoy en día hechos gravados pero que no tributan.
Igualmente, siempre se debe de respetar los principios tributarios constitucionalizados y otros, como es el “secreto bancario”, (el cual sólo se debería vulnerar en los casos de excepción señalados expresamente en el numeral 5 del artículo 2° de la Constitución); generar además facilidades de pago a las MYPES, -hoy tan golpeadas por la iliquidez que genera la pandemia- simplificándoles el proceso de tributación; acortar los plazos de respuesta en las APA´s (hoy 24 meses más 12 meses adicionales), según el inciso d) del literal I del artículo 118° del reglamento de la Ley del IR; evaluar la eliminación del ITAN y del sistema del devengo mensual del IGV para todos los contribuyentes; evitar la amenaza de que una consulta particular legislada en el artículo 95°-A del Código Tributario genere una posible fiscalización, lo que ahuyenta finalmente la generación de aquellas; entre otros aspectos que tenemos certeza que la Administración ha de evaluar con diligencia y justicia, buscando finalmente la equidad en la recaudación.