(Foto: GEC)
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Abel Salinas Rivas, exministro de Salud

Todos los peruanos, sin excepción, somos víctimas de esta terrible pandemia que viene azotando al mundo entero. Incluso más al Perú, dado su precario sistema socioeconómico y sanitario agravado por el errado manejo -desde el inicio de la misma- con medidas aisladas e insuficientes que nos llevaron a ser el país con el mayor número de contagios y muertes por millón de habitantes en su momento. Probablemente, ninguno de nosotros hemos sido ajenos al dolor del amigo, familiar y/o compañero de trabajo clamando por oxígeno o cama de hospitalización sin poder ayudarlo y muchas veces verlo perder la vida.

En este escenario, a puertas de elegir a nuestros próximos gobernantes, no quedan claras las propuestas en salud de los candidatos con mayores posibilidades, si les quitamos el espíritu populista e irreal de muchas de ellas. Es entonces pertinente definir lo “urgente”, que requiere inmediatez; así como lo “importante”, que, en forma paralela se desarrolle sostenidamente, para alcanzar los objetivos planteados.

No cabe duda que, lo URGENTE será –para el poder ejecutivo y legislativo- formular e implementar una nueva estrategia de prevención, vigilancia, control y mitigación de la pandemia con real liderazgo y conducción del sector salud:

Vacunación masiva, a fin de sobrepasar el 70% de la población, asegurando la protección colectiva (rebaño) antes de finalizar el año:

  • Asegurar la compra transparente de vacunas, directamente con los laboratorios productores y/o gobiernos amigos.
  • Plan de vacunación masivo, con padrón geolocalizado sobre la base del RENIEC y con la participación de los gobiernos locales, la sociedad civil y sector privado
  • Implementación de procesos de identificación del virus y sus variantes

Fortalecimiento del primer nivel de atención a nivel nacional:

  • Más pruebas diagnósticas moleculares y antigénicas
  • Disponibilidad de oxígeno (equipos de alto flujo -a discreción-, concentradores de oxígeno en la costa y selva, balones de oxígeno y plantas generadoras móviles y duales.
  • Recuperación de la dignidad, trato justo, EPP y protección financiera al recurso humano de salud (médicos, enfermeros, técnicos)
  • Centros de Atención y Aislamiento Temporales (CAATs)

Relanzamiento de la Atención Primaria de Salud (APS): Interacción y participación de gobiernos locales, regionales, FFAA, FFPP, sector privado y comunidad organizada (iglesias, comedores populares, etc.) bajo la conducción del sector salud.

  • Aislamiento inteligente por familias, comunidades, localidades y/o distritos en concordancia a la detección de la circulación del virus y sus variantes con asistencia de salud, alimentaria y económica (bonos)

Gestión eficiente de recursos financieros, “erradicación de la corrupción en el sector, más salud con el presupuesto actual”

Instalación de la “Comisión de la Verdad” en la Gestión de la Pandemia, con enfoque técnico y administrativo, que identifique responsabilidades y responsables; que contribuya mediante el mecanismo de “Lecciones Aprendidas” a optimizar el proceso de conducción y dirección del estado en su conjunto y del sector salud, en particular, para prevenir situaciones futuras.

Dentro de lo IMPORTANTE para darle sostenibilidad a los objetivos planteados a continuación:

Plan de recuperación de lo desatendido:

  • Inmunizaciones del calendario nacional (año 2020 y 2021); anemia infantil y desnutrición crónica, control de la mortalidad materna y neonatal
  • Enfermedades transmisibles emergentes y re-emergentes, TBC, VIH-SIDA, Malaria, Dengue, Rabia Humana, Leptospirosis, Peste y otras
  • Enfermedades crónicas: diabetes, hipertensión arterial, cáncer, obesidad
  • Atención de las cirugías electivas postergadas, de las enfermedades raras, huérfanas y/o de alto costo

Implementación del “Pacto Social por la Salud” con la participación de todos los actores y sectores de la salud y relacionados. Estableciendo los lineamientos generales para desarrollar un verdadero sistema de salud peruano que beneficie a todos los ciudadanos sin distinción, privilegiando el modelo preventivo promocional y en la recuperación de todo lo desatendido reconociendo la labor del recurso humano en salud:

  • Diseño e implementación del modelo común de financiamiento que permita la articulación de todos los “subsistemas” actuales (MINSA, EsSalud, Gobiernos Regionales y Locales, Sanidades de las FFAA y PNP, así como de los privados).
  • Diseño e implementación del Sistema Único de Información en Salud.
  • Diseño y desarrollo del Organismo Regulador y Supervisor de Medicamentos, Insumos, Alimentos y Tecnología Médica, con autonomía administrativa, funcional, técnica y financiera que reemplace a la actuales Digemid y Digesa (órganos de línea del Minsa)
  • Diseño e implementación del nuevo Centro de Control de Enfermedades del Perú (CCE), con autonomía administrativa, funcional, técnica y financiera. A fin de asegurar la vigilancia, control, mitigación de enfermedades y la investigación de campo, orientada a las prioridades sanitarias nacionales y regionales
  • Diseño y desarrollo de un nuevo modelo de los servicios de salud de baja, mediana y alta complejidad, con paquetes de atención, orientados a la preservación de la salud mediante la adopción de adecuados estilos de vida y el fortalecimiento de la medicina preventiva, que permita la integración vertical y horizontal en beneficio del ciudadano.
  • Diseño y desarrollo del modelo de atención post-hospitalaria, que garantice la atención ambulatoria y paliativa de pacientes crónicos con oportunidad y suficiencia. Garantizando una “vida digna”.

Los retos y desafíos que tendrán nuestros próximos gobernantes, ante los diez años perdidos en salud (2011-2016 y 2016-2021), son conducirnos al Sistema de Salud del futuro. Sin renunciar jamás a la Seguridad Social Universal que significa la urgente formalización progresiva del trabajo profesional y no profesional.

Sin duda, el camino a recorrer será largo en el acercamiento del trabajador y el empleador con las condiciones y decisiones que adopten nuestros técnicos y políticos. Mientras tanto y en forma paralela proponemos la real articulación de los llamados “subsistemas” de salud hacia un verdadero y merecido sistema de salud peruano.


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