POLÍTICA TRIBUTARIA. “El Ministerio de Economía ha perdido peso en los últimos años”, decía Julio Velarde durante la CADE 2017, refiriéndose a que el Parlamento aprobaba normas pese a la opinión en contra del MEF. Sus palabras tienen mucha actualidad, pero la situación incluso ha empeorado, pues ha sido el propio Ejecutivo el que ha promovido normas que termina perjudicando la economía.
Un ejemplo de ello es la propuesta del Gobierno para devolverle el equivalente del 53% del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) del precio de venta del diésel al transporte público interprovincial de pasajeros y al transporte terrestre de carga que se presentó primero ante el Congreso y que finalmente el Ministerio de Transportes aprobó por decreto de urgencia.
Cuando el año pasado se incrementó el ISC a algunos productos se señaló que el principio utilizado para hacerlo fue la salud. En el caso específico del diésel se tomó como base el factor de emisión de toxicidad determinado por el Ministerio de Ambiente (Minam). Pese a ello, hoy el Gobierno olvida ese criterio y opta por beneficiar a quienes usan combustibles contaminantes.
Esta medida que puede parecer solo un gesto cuando se buscaba acabar con la huelga de transportistas a inicios de año, resulta una mala señal que podría terminar afectando la ya exigua recaudación tributaria. Así, la flota de embarcaciones dedicadas a la pesca de atún aún está esperando que se les elimine o se les devuelva parte del ISC al diésel.
Seguramente los transportistas, las embarcaciones y otros grupos tienen razones para solicitar beneficios especiales de rebaja, devolución o inaplicación de impuestos. Sin embargo, no se ha escuchado al MEF dar su opinión sobre qué tan viable son estas medidas y como pueden afectar los ingresos del Estado.
Si las medidas que el Estado dicta son examinadas, evaluadas y sustentadas, ¿con qué criterios se decide dejarlas de lado y generar mayores distorsiones? Pues ahora quienes utilizan un combustible menos contaminante pueden pagar más ISC que quienes usan un combustible que genera mayor contaminación.
Del discurso inicial del presidente Martín Vizcarra del 2018 que incluso contempló la formación de una comisión para revisar las exoneraciones tributarias solo queda un vago recuerdo pues en la práctica el MEF cada vez más está perdiendo la batuta en la política tributaria.