Formación laboral (Foto: Andina)
Formación laboral (Foto: Andina)

REFORMA LABORAL. El dictamen aprobado por la Comisión Permanente del Congreso que crea una nueva modalidad formativa para estudiantes de institutos ha generado tanta polémica que apenas aprobada un congresista quiso retirar su firma y ahora la congresista Rosa Bartra (que planteó el proyecto) ha pedido que no se exonere de segunda votación y que se tome más tiempo para su discusión.

Cabe preguntarse si los congresistas son conscientes de las normas que debaten y de las implicancias de las mismas. Por ejemplo, sorprende que los representantes del oficialismo voten a favor de una norma que el ministro de Trabajo critica. Además, en momentos en que el Ejecutivo busca consolidar al Consejo Nacional de Trabajo no resulta pertinente que se apruebe un proyecto que, aun cuando pudiera ser positivo, genera una polarización que hace más difícil cualquier intento de cambios normativos en materia laboral.

¿El proyecto era bueno? Según la congresista Bartra, lo que busca la propuesta es cumplir con el requisito de “experiencias formativas en situaciones reales de trabajo”, que según la ley de institutos y escuelas de educación superior debe formar parte del currículo de toda carrera y que no se cumple en un periodo específico, sino a lo largo de los tres años de estudios en cada módulo formativo. Sin embargo, el desarrollo de la norma no es tan claro, se habla de trabajo y los especialistas han recordado que todo trabajo debe ser remunerado, pues el trabajo gratis está prohibido en la Constitución.

¿Qué hacer? Las fuerzas políticas deben entender la importancia de socializar las consecuencias de las leyes, sobre todo las que son más sensibles para la población —y las normas laborales siempre lo son—, pues de lo contrario se crea una reacción contraria que solo perjudica. En el caso específico de los estudiantes de institutos sería bueno saber el nivel de implementación de la norma y su reglamento antes de buscar hacerle cambios a su legislación que podrían no ser necesarios.

En materia laboral, para incrementar el empleo formal es necesario que se entienda que no toda flexibilización laboral significa desprotección de trabajadores. Lamentablemente, proyectos mal planteados como el actual o la ley de empleo juvenil durante el gobierno de Ollanta Humala generan un efecto perverso y no permiten avanzar posteriormente en las reformas laborales. Más aún cuando hay una esclavitud mental en quienes todavía no se han enterado de la caída del muro de Berlín.