OTRO ERROR MÁS. El sistema de salud pública se encuentra a la deriva. Y no debido a que el Minsa haya estado acéfalo durante una semana, sino que está en esa preocupante situación desde que Hernán Condori asumió el cargo, el 8 de febrero, y el reciente nombramiento de Jorge López Peña –quien también trabajó para el condenado por corrupción y secretario de Perú Libre, Vladimir Cerrón, cuando este era gobernador de Junín– no parece significar un cambio. Además, la otra entidad prestadora, Essalud, tampoco ha pasado por buenas manos en los últimos meses.
A pesar de que la tercera ola de contagios del covid-19 exigía un manejo profesional y serio de la vacunación y del refuerzo de las medidas de prevención, el exministro socavó ambos procesos. Por ejemplo, en marzo se tomó el equivalente al 40% de pruebas de descarte respecto de enero, mientras que se aplicaron 85,000 pruebas diarias frente a las 118,000 de febrero (en octubre fueron 262,000). Y Condori, que se hizo conocido por sus declaraciones desatinadas –los ministros de Defensa y de Justicia le hacen competencia–, justificó esa desaceleración en que ya no se veían “bolsas negras de cadáveres”.
En otras palabras, no entendió que su responsabilidad como ministro de Salud también incluía diseñar y activar campañas de vacunación y dictar medidas para acreditar haber recibido las dosis correspondientes. La pandemia no ha terminado –todavía se registran 29 muertes diarias en promedio–, y se ha planteado iniciar la aplicación de una cuarta dosis, para lo cual el nuevo ministro deberá reorientar la estrategia a utilizar, pues por el momento todo el esquema está a la deriva. Asimismo, tiene mucho por hacer para poner al día toda la labor pendiente en la atención del resto de enfermedades que quedaron de lado por la pandemia.
El paso de Condori por el Minsa dejó un compendio de todo lo que no debe hacerse en medio de una pandemia, y si bien el nuevo ministro López Peña –quien laboró como director del hospital Carrión de Huancayo durante el mandato de Vladimir Cerrón– en el papel debería corregir todos esos desatinos, lo cierto es que dados sus antecedentes nadie puede asegurar que eso suceda. Jorge López Peña no solo tiene una investigación fiscal y otra administrativa, sino que fue sancionado por brindar declaraciones falsas durante la pandemia del covid-19. Además, su empresa de servicios médicos contrató con el hospital donde fue director. Estas no son las mejores credenciales para dirigir una cartera.